Juan Bazaga no ha olvidado su debut como torero hace casi 20 años, momento que recuerda con gran alegría. Sin embargo, desde hace 14 años vive alejado del mundo profesional, que todavía continúa siendo una de sus grandes aficiones. El próximo sábado volverá a los ruedos en Aldeacentenera después de tanto tiempo retirado.

Colaborador habitual de Canal Extremadura, extorero y comentarista taurino, Bazaga ha elegido un festival de toros y flamenco en el que compartirá cartel, a partir de las 21.30 horas, con los maestros Oscar Higares y Manuel Bejarano, este último ya retirado desde el año pasado. Los tres diestros se enfrentarán a los toros de la ganadería cacereña de Guadalgest. La nota musical al certamen en la localidad cacereña la pondrá el cantaor pacense Manuel Pajares.

--¿Por qué este festival?

--Todo empezó como una broma cuando íbamos camino de la presentación de una película sobre toros en el Festival de Málaga con Antonio Ferrera. Creyendo que era una broma, le dije que sí, pero solo si Manolo Bejarano estaba presente. El aceptó y yo no tuve más remedio que volver a torear.

--¿Qué piensa cuando está tan cerca la vuelta? ¿Siente muchos nervios?

--Llevo un mes entrenando en el gimnasio más a fondo con mi amigo Fernando González, que es banderillero y, más que nervios, hay respeto al toro y al público que acuda a verme.

--Después de 14 años de retirada, ¿ha pensado en volver?

--No, para nada. Que los toreros no se asusten que no van a tener competencia.

--¿Qué prefiere, los toros o la televisión?

--El mundo de los toros, junto con el del flamenco y la tele, han sido mis pasiones. Los toros han sido mi vida, aunque también he experimentado muy buenas sensaciones en la tele. Me quedo con los dos.

--Si tanto le gusta el mundo del cante, ¿no se anima a probar?

--Para nada. De vez en cuando y con mis amigos, destrozo alguna que otra canción.

--¿Alguna manía que tuviese antes de salir a la plaza?

--Sí, la verdad es que tengo muchas. Por ejemplo, una de ellas la estoy poniendo en práctica ahora. Hasta que no toree, no me voy a afeitar. Otra manía es que cuando estaba en activo, mis capotes eran de color azul por detrás y no amarillos. Si me visto de corto, como en esta ocasión, no suelo llevar camisa blanca. En el festival del sábado, lo más seguro es que sea negra.

--¿Recuerda con cariño algún momento en el albero?

--Guardo un grato recuerdo de mi debut en Cáceres en 1991. Aquí corté mi primer rabo.

--Siempre se dice que los toreros están hechos de otra pasta, ¿usted la ha tenido que utilizar para recuperarse de alguna cornada?

--Pues la verdad es que nunca he sufrido una cogida grave. Algún arañazo que otro, como el que recibí en Fuente del Maestre en 1991, pero nada importante.

--Le hemos escuchado en radio y visto en televisión. También ha participado en una película taurina, ¿cómo fue?

--Se trata de 'Toro y torero', una película en 3D. Cuenta la vida de Antonio Ferrera y un toro de Vitorino durante los cinco días anteriores a su encuentro en la plaza de toros. El desenlace, como pueden imaginar, es el momento en el que los dos protagonistas se encuentran en la plaza. Fuimos a presentarla al festival de Málaga, ha estado en cartelera y en Canal+. He sido el asesor taurino, el que enfocaba las maneras del actor, más o menos un ayudante de imagen.

--¿Tiene más proyectos relacionados con la ficción?

--Sí, ahora con la productora con la que trabajo, Viernes Producciones, tenemos algunas ideas en mente. Son ideas revolucionarias en este ámbito.

--Dé algún adelanto...

--Podría tratarse de un programa que realice un seguimiento sobre la vida de un novillero, de alguien que comience su andadura por la tauromaquia.

--¿Extremadura sigue siendo tierra de toros?

--De toros y de buenos toreros. En Extremadura, la afición a los toros sigue siendo mucha. El toro es uno de los primeros intereses culturales entre los extremeños.

--Hable de sus pasiones. El toro y el flamenco siempre han estado ligados, ¿por qué cree que ha sido así?

--Son dos concepciones artísticas diferentes pero unidas. Hay muchos taurinos que acaban dentro del flamenco, y al revés. Será por raíces culturales.