Juan Francisco Burgos continuará al frente de la Asociación de Vecinos de San Francisco. Fue reelegido en su cargo en la asamblea general que se celebró la noche del pasado viernes. No fue una elección por unanimidad, y, como el mismo Burgos indicó ayer, hubo otro candidato, quien, finalmente, se retiró. La votación se produjo al acabar el periodo de mandato del presidente vecinal, "que es de dos años", dijo Burgos, y coincidió con un momento difícil para el barrio a causa de las obras que se acometen en la plaza de San Francisco y en Mira al Río y San Roque, intervención que tiene defensores y detractores en la barriada.

Juan Francisco Burgos es uno de los defensores de una actuación "con la que estuvimos de acuerdo los presidentes de las cinco asociaciones vecinales" de los barrios afectados, recordó ayer el reelegido directivo vecinal, quien confió en que cuando esté finalizada se consiga "una mayor fluidez en el tráfico".

Burgos preside la asociación vecinal desde hace cinco años, y con la reelección y el cambio de estatutos permanecerá en el cargo cuatro años más, en los que "seguiré con la labor que estoy desarrollando hasta ahora".

La reforma del acerado de la calle Hernández Pacheco o la colocación de señales que limiten la velocidad de los vehículos que circulan por el camino alto de Fuente Fría en dirección a San Marquino serán dos de los primeros objetivos de Burgos, sin olvidarse de la obra de remodelación de la plaza de San Francisco y del ensanche de Mira al Río.

En relación a esta actuación, se han recogido firmas en el barrio para la supresión total del puente, del que sólo quedaría su parte central (los dos ojos) dentro de una glorieta que ya está en ejecución. La razón para esta reclamación es que quedará antiestético y por la falta de sentido de su conservación cuando ya se han eliminado sus laterales.

El presidente de la asociación vecinal se mostró ayer a favor de que finalmente quede "igual que en el proyecto, con los dos ojos", aunque admitió que ahora "sí resulta feo", por lo que "habrá que esperar a que esté preparado y dentro de la glorieta". Burgos precisó que en un principio fue partidario de que "hubiese quedado como el antiguo puente, con un ojo, y con una réplica del foro de los Balbos".