NACIO EN PEDROSA DEL REY (LEON). 52 AÑOS. ESTUDIOS DE MATEMATICAS (SEVILLA Y VALLADOLID).

TRAYECTORIA INVESTIGADOR Y ASESOR DE INVESTIGACION, FUNDO LA EMPRESA QINDICE EN 1991, ORIENTADA A LA MEJORA METODOLOGICA Y SERVICIO. SUS CLIENTES SON LA ADMINISTRACION, PARTIDOS POLITICOS Y EMPRESAS.

Responsable del estudio encargado por la Fundación Caja de Extremadura a la empresa Qíndice para un proyecto de movilización de Cáceres como Ciudad Europea de la Cultura, Juan Carlos Rodríguez profundiza en sus claves para poder conseguir este objetivo.

--¿Saben los ciudadanos qué es la capitalidad cultural?

--La idea está presidida por la fragmentación y la falta de una visión global. El mosaico contiene diversos elementos. El principal es Europa, referencia fundamental para los cacereños asociada al acceso a recursos que han facilitado el desarrollo económico. El 2016 vendría como anillo al dedo y encajaría a la perfección en el presente y futuro de la ciudad.

--¿Creen que pueden lograrlo?

--Sí, porque sería un acto de justicia. Consideran que Cáceres ofrece como candidata coherencia con lo que creen que debe de ser su naturaleza, por el equilibrio que preside la vida en Extremadura. La capitalidad y Cáceres estarían destinados a encontrarse y, además, ya toca. El temor se focaliza sobre Córdoba, por su valioso patrimonio histórico, y en Santander, por la fuerza del dinero. Se desconfía de las componendas políticas, campo de juego en el que no se siente que Cáceres esté en una posición de fuerza.

--¿Cómo valora el trabajo en la movilización ciudadana?

--Lo que perciben los cacereños es que se han hecho cosas sueltas, no todas igual de interesantes, pero lo fundamental es la falta de unidad, de hilo conductor. Se sienten interpelados, pero más demandados que partícipes, pues no saben bien a qué eje general atar cada acción que les proponen. La candidatura debe ya, sin demora, presentarse volviendo la vista hacia adentro.

--¿Hasta dónde llega el compromiso ciudadano?

--Es potencialmente alto, pero es preciso comunicar un sentido global del proyecto que enlace con el modo en que la ciudadanía, la sociedad, están intentando construirlo.

--¿Qué beneficios consideran que se obtendrían con el título?

--Supondría un estímulo fundamental al desarrollo de Cáceres. La situaría de una forma mucho más favorable en el mapa, tanto en el plano nacional como internacional. La capitalidad produciría un efecto económico, pero en el doble sentido de garantizar el futuro de Extremadura y la pervivencia de la sociedad extremeña tal como es hoy, sin incurrir en los errores de otras urbes.

--¿Cómo puede hacerse tangible una movilización real?

--Se tiene que notar. Convendrá mucho que se pongan en juego algunos símbolos locales, valorados en los espacios económico, del conocimiento y la cultura. Los ciudadanos reconocen símbolos asociados a Cáceres como los productos con denominación de origen, el restaurante más significado, la universidad, los centros de investigación o tecnología y las instituciones dedicadas al arte y la cultura.

--¿Son suficientes campañas?

--No, porque omiten la dimensión de la participación y los cacereños reclaman que se pase del enfoque de la demanda de movilización al de la participación en la construcción. Internet tiene como ventaja que los actores cambian continuamente.

--Si tuviera que hacer un perfil del ciudadano y su vinculación con el 2016, ¿qué diría?

--Podemos distinguir dos grandes colectivos: la población en general y los actores cualificados. Dentro del primero, sería relevante distinguir a los jóvenes, el contingente más formado. En el segundo, el mundo económico y del conocimiento la cultura. En cuanto a la vinculación con la candidatura, el potencial es alto, pero necesita ser activado. La diferencia es que los actores cualificados están mucho más informados, pero todos reclaman, sin excepción, ser guiados mediante un enfoque global, al tiempo que aspiran a participar en la construcción del proyecto y de la movilización social.