Desde hace algunos meses, la estación de autobuses viene reservando un espacio para el arte en la sala de exposiciones habilitada, que este mes protagoniza el dibujante y pintor cacereño Juan Jiménez Parra. 'Garabatismos', como así se llama la muestra que acoge el edificio, fue inaugurada a principios de mes y se podrá visitar hasta el día 29 de junio, de lunes a domingo en horario de 9.00 a 21.00 horas.

"Son 18 obras realizadas 'garabateando' con bolígrafos de colores sobre papel barnizado, rallando para conseguir los tonos, el volumen...", comenta Jiménez Parra, quien ha elaborado seis de ellas exclusivamente para esta muestra. "El resto son trabajos de cinco años para acá que he ido seleccionando", confiesa. Además, dentro de los 18 dibujos, el autor ha incluido cinco realizados digitalmente mediante el uso de un ordenador. "La técnica es la misma pero se dibuja con un bolígrafo electrónico sobre una tableta digitalizada".

Los cuadros, en los que predomina el surrealismo mezclado asimismo con una pizca de actuación geométrica, están a la venta y se pueden adquirir a precios que oscilan desde los 250 hasta los 500 euros. Salvo en el caso de las obras digitales, cuyo precio desciende de manera brusca hasta los 10 o 20 euros.

Jiménez Parra, que acumula más de una veintena de exposiciones individuales a sus espaldas --además de muchas otras colectivas--, pinta desde que tiene uso de razón. "Cuando somos niños es cuando se ve realmente el cierto don que tiene cada uno. Alguno es ágil o rápido para educación física, otro tiene facilidad para las matemáticas... A mí lo que mejor se me daba era el dibujo, tenía mucha imaginación", descubre el autor de 'Garabatismos', que confiesa no inspirarse en las mismas cosas que sí influyen a la mayoría de artistas. "A veces necesito algún modelo real, algún objeto cotidiano, pero casi todo lo que pinto lo hago imaginando estructuras. Yo dibujo de vísceras para adentro; algunas personas plasman la realidad y a mí me gusta inventármela".

Entre sus próximos proyectos destaca uno especialmente, que verá la luz "de aquí a un año" y guarda relación con el concepto de los poliplanos . "Es una nueva técnica sobre la que estoy trabajando. Se trata de obras hechas con plantas de acetato y dotadas de una visión tridimensional. En fotografías no se aprecia; hay que verlos en la realidad porque las planchas de acetato que forman el cuadro parecen moverse si la persona que está viendo la obra cambia su ángulo de visión. Digamos que son cuadros con cierta vida", apunta.