NACIO EN CACERES HACE 37 AÑOS

PROFESION AGENTE DE UNA CORREDURIA DE SEGUROS

CARGOS EXVICEPRESIDENTE DE LA UNION DE COFRADIAS PENITENCIALES DE CACERES Y MAYORDOMO DE LA COFRADIA DEL CRISTO DEL AMPARO

Su abuelo fue secretario de la llamada comisión pro-Semana Santa y de él, cuenta Juan Narciso García Plata, que heredó en gran parte su devoción por la fiesta cacereña. Desde el 89 es miembro de la Cofradía del Amparo --de la que actualmente es mayordomo-- y tras cinco años en la vicepresidencia de la Unión de Cofradías Penitenciales, optará el próximo 25 de mayo a sustituir como presidente a Luis Jiménez. De momento, la suya es la única candidatura presentada.

--¿Por qué se presenta?

--Considero que con Luis Jiménez hemos estado implicados en un proyecto que no está completado. Tenemos cosas que afianzar y me ha lanzado a seguir comprometido con la labor que ya iniciamos, continuarla y consolidarla.

--De momento, parece que es el único candidato.

--Hasta el día 10 el plazo está abierto. A mí me gustaría que hubiera diversidad de opciones, pluralidad y participación porque eso es bueno, pero, de momento, no conozco que haya otra candidatura.

--¿Qué proyectos o prioridades tiene en cartera?

--El principal objetivo es consolidar el proyecto iniciado. Tenemos que ser ambiciosos porque hemos llegado a un nivel más que importante, pero no nos podemos dormir y pensar que ya hemos conseguido el Interés Turístico Nacional, que salimos en procesiones muy bien organizadas y con imágenes muy bien restauradas y que ya no hay nada que hacer. Un aspecto fundamental en el que tenemos que profundizar es en la formación porque nuestra labor no es sólo dar culto a las imágenes y salir en procesión, sino que como católicos comprometidos debemos profundizar en esa formación para dar testimonio cristiano en el trabajo, familia y en los ámbitos donde nos movamos.

--¿Qué acciones cree que se deben emprender para lograr el Interés Turístico Internacional?

--Es un objetivo ambicioso, pero tampoco nos lo queremos plantear a corto plazo porque para llegar a ese título tenemos que consolidar antes lo que tenemos y sobre todo profundizar en difundir nuestra Semana Santa en toda España. A partir de ahí, creo que podemos trasladar todos los argumentos que se utilizaron para el Interés Turístico Nacional a esa otra declaración. Y aquí es fundamental en este momento la aportación que eso puede suponer a la declaración de Cáceres como capital de la cultura. Creo que la Semana Santa es un referente de lo que es Cáceres y, en ese sentido, estamos aportando un granito de arena para que sea un revulsivo más para lograr la capitalidad y eso nos compromete.

--¿Cuál será su actitud con la Sagrada Cena?

--Luis Jiménez dejó bien claro que las puertas abiertas y siguen estándolo, pero no hay que plantearse como algo necesario que vuelvan a estar en la Unión de Cofradías. Lo que sí hay que entender es que en la relación entre ambas tiene que haber una situación de normalidad y de cordialidad, pero sin buscar razones que argumenten si está bien o mal que no estén ya en la unión o que planteemos que vuelvan o no vuelvan. Y en esa normalidad, en cuanto a la polémica con la guía, creo que pueden aparecer perfectamente sus actividades.

--En los últimos años han surgido grupos de jóvenes en torno a la Semana Santa. ¿El relevo?

--Valoramos mucho su labor, pero el relevo es una tarea de cada cofradía, que debe tener sus argumentos y sus medios para atraer a los jóvenes.

--¿Qué opina de que las mujeres carguen?

--En mi cofradía las mujeres cargan desde el principio, pero entiendo que hay una tradición en las cofradías antiguas que cuesta trabajo romper. Creo que debemos adaptarnos a los tiempos y que hay tradiciones que absurdo mantener, pero se deben seguir los procedimientos con normalidad, porque con las situaciones violentas no ganamos nada.

--¿Las subvenciones a las cofradías son proporcionales a los gastos que afrontan?

--Las cofradías somos depositarias de parte del patrimonio histórico y cultural de nuestra ciudad y eso supone unos gastos de mantenimiento y restauración. Recibimos una subvención por parte del ayuntamiento, pero con ella prácticamente cubrimos los gastos de funcionamiento de la Semana Santa en sí. Al ayuntamiento le reclamamos, como es lógico, que esa subvención se queda corta y que la aportación, que lleva siendo muchos años la misma, se aumente.