Todavía hace regates con sus sobrinos y se sienta con ellos a ver películas de Disney. Detrás de su imagen, que cuida con esmero, se esconde un gran relaciones públicas, joven promesa del Partido Popular. Abrazado a un maniquí y a una encina en La Sierrilla, Juan Parejo se mostró así de natural para EL PERIODICO.
--Una pregunta-antojo ¿Cuándo me regalará sus Adidas?
--Cuando quieras. (Risas).
--¿Es un hippie-pijo?
--Ni hippie ni pijo. Soy un joven actual, normal y corriente.
--Permita la indiscreción, ¿se depila, usa contorno de ojos?
--(Más risas). No me depilo, pero ya que estamos en la era de la metrosexualidad me tengo que cuidar: hago deporte y vigilo la alimentación. El trabajo y la política me quitan mucho tiempo, así que sí, uso algún que otro body milk para disimular las ojeras.
--Es que le veo como un Adonis con un punto rústico, lo digo por el roto de sus Levi´s en la entrepierna...
--(Carcajada). Bueno, es lo que se lleva: los vaqueros un poco usados. Las modas son efímeras, pero me gusta muchísimo esa imagen, rebelde, elegante pero informal.
--¡O sea que antes de salir de casa da un repaso al espejo!
--Es fundamental. Los políticos somos muy observados y tenemos que cuidar todos los detalles.
--¿Le gusta La quinta estación?
--A mí me flipa el house.
--¿Y qué tal baila?
--Soy un apasionado de la música de baile. Y aunque me da vergüenza no tengo problemas en tirarme al ruedo y pegarme unos pases: rumba, pop, hago a todo.
--¿Entonces ha tenido deseos de perder la cabeza bailando en mitad de una discoteca el Superstar de Marta Sánchez?
--¡La he perdido muchas veces! (Risas). Es que con una luz de discoteca se disfrazan mucho los pases de baile. Desde los 17 a los 21 curraba los fines de semana pinchando música. Tenía una discoteca en casa con más de 500 discos.
--¿Madruga o prefiere el horario de cabaretera?
--Los dos. No quiero dejar nada atrás, me gusta la caza, la pesca, salir con mis amigos. Duermo muy pocas horas. Al final acabas o echo polvo, o usando contorno de ojos.
--Usted es muy activo...
--Superactivo. No paro.
--O sea, que no es pasivo...
--(Risas). Nooo . A mí me encanta la frase: Te mueves o caducas.
--¡Así que trabaja un huevo!
--Ahora tengo capacidad y tiempo para darlo todo.
--¡Para que luego digan que los jóvenes son unos vagos!
--Me molesta mucho ese topicazo. No se puede generalizar. A los jóvenes se nos han puesto etiquetas que en la mayoría de los casos no se corresponden con la realidad. Somos supercomprometidos.
--¿Alguna vez se preguntó: Por qué en mitad de este juego de sábanas ella me dice Te quiero ?
--¡Es que yo me considero un romántico empedernido! (Risas).
--¿Con quién se imagina mirando los cisnes del estanque?
--Con mi actual compañera, por su paciencia, comprensión, apoyo...
--Ahora que le veo abrazado a encina y maniquí, ¿en qué se parecen ellas dos a una mujer?
--Uuuuuh¡ La encina es el referente de Extremadura. Abrazarla a ella es como abrazar a mi novia, que es extremeña de pura cepa y me siento orgulloso de tener una novia extremeña. Me encanta la mujer extremeña, como son de cariñosas, de guapas. Y en cuanto al maniquí, creo que por lo coquetas que son.
--¿Nunca se deja de ser niño?
--Todos tenemos algo de niños. Sigo haciendo regates en el jardín con mis sobrinos o viendo con ellos películas de Disney.
--Decir rojillo parece un halago, ¿ fachilla es un insulto?
--Creo en la batalla de las ideas. A los jóvenes nos gusta mirar al futuro y seguir etiquetándonos como fachillas o rojillos no tiene sentido. A mí me gusta JASP, Jóvenes aunque sobradamente preparados . Eso define a la juventud del siglo XXI.
--¿Por qué da tanto pudor salir a la calle con una camiseta que lleve la bandera de España?
--La bandera es de todos. Me parece mal que se asocie a la derecha, como la palabra social al PSOE. Uno debe sentir orgullo de la bandera, por ejemplo cuando juega la selección, o con Fernando Alonso.
--El PSOE usa la edad de Saponi para argumentar que el alcalde no conecta con los jóvenes...
--Es un error. Si Extremadura ha mejorado es porque los grandes núcleos de población avanzan: Badajoz, Cáceres, Mérida, Don Benito y Navalmoral. Allí los alcaldes han hecho una gestión ejemplar, han contado con el joven. Saponi ha gobernado con y para la juventud.
--¡Juan, cómo les gusta el botellón a los jóvenes!
--Con mucha música y al aire libre. El botellón tiene cosas buenas y malas. Es hora de que los políticos reconozcan al botellón como fenómeno social. Sus efectos negativos son el que se permita el consumo de alcohol a menores, es una barbaridad los comas etílicos que hay todos los fines de semana o sus efectos sobre los accidentes de tráfico.
--Y a usted que tanto le gusta la caza, ¿qué cazaría para mí?
--(Carcajada). Como en mis ratos libres me encanta cocinar, te invitaría a un arroz con liebre, que me sale muy bien.