«Felicidades por tu cumple y por ser Superman. 28 maratones seguidos, ¡qué cojonazos! El que quiera que lo intente y vea lo que es eso... ¡Muy grande tito!». Con estas palabras, a través de las redes sociales, era felicitado ayer por su sobrino Juan Pedro Orellana, el peregrino que ha recorrido 1.000 kilómetros cruzándose España de norte a sur al ritmo de una maratón diaria. Además, lo recaudado lo destinará a la lucha contra el cáncer, a un proyecto que lleva a cabo la Universidad de Granada para avanzar en la investigación sobre células madre.

La aventura comenzó el pasado 1 de septiembre y finalizó ayer con la llegada de Orellana a Santiago, meta final después de pasar por hasta 28 localidades diferentes, incluida Cáceres, a donde llegó el día 10 de este mes. Natural de La Barca de la Florida, una entidad local perteneciente a la localidad andaluza de Jerez de la Frontera, a Orellana le diagnosticaron un tumor linfático en 2004 y se recuperó, asegura, gracias al campo de la investigación. Por eso se decidió a embarcarse en esta expedición y, ayer, su esfuerzo y sacrificio tuvo la merecida recompensa. H