Todos tienen algo que enseñar, y todos tienen mucho que aprender. Es la filosofía que ha respaldado un programa especial de colaboración social, con muy buenos resultados en la capital cacereña. Veinticinco mayores voluntarios del proyecto CiberCaixa Penitenciaria han enseñado informática a 254 internos del Centro de Inserción Social (CIS) Dulce Chacón de Cáceres, un recinto anexo a la prisión que se encarga del cumplimiento de las penas alternativas y del seguimiento de las personas en libertad condicional.

Estos mayores acaban de recibir un homenaje con motivo del decimo aniversario del programa Cibercaixa Penitenciaria, impulsado por la Obra Social La Caixa en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior. Dicho proyecto arrancó hace una década en la prisión de Teixeiro (Galicia) y llegó hace cuatro a los internos del CIS Dulce Chacón de Cáceres. Los voluntarios, todos usuarios del Centro de Mayores de la Plaza Mayor, han prestado su tiempo y sus conocimientos a estos 254 reclusos con el objetivo de mejorar su reinserción sociolaboral.

Las CiberCaixa Penitenciarias son aulas que actúan en dos ámbitos distintos, dentro de las cárceles y atendiendo a los internos de los CIS, a través de voluntarios de los centros de mayores en convenio con el Sepad. Dichas aulas están dotadas de pantallas, proyectores y ordenadores para realizar prácticas individuales, y a ellas acuden semanalmente los jubilados con el propósito de ayudar a los internos de los centros penitenciarios y los CIS. Se constituye así un espacio único de relación intergeneracional que representa un proyecto pionero en España de preparación para la libertad.

En estas aulas, los voluntarios preparados en el tema imparten informática a los internos. Son lecciones que se adaptan al nivel de los beneficiarios, que aprenden desde la edición de documentos hasta la introducción en el uso de internet. «Los mayores también les enseñan a redactar un currículum o una carta de motivación para un trabajo, al mismo tiempo que les ayudan a preparar entrevistas y trabajan con ellos la importancia de valores universales como el esfuerzo, el trabajo en equipo o el respeto, entre otros», explican desde la Obra Social La Caixa.

MAYORES ACTIVOS / Se trata de un proyecto que contribuye a reducir el analfabetismo digital de la población penitenciaria, a la vez que fomenta la participación social de las personas mayores y su papel cada vez más activo. «Son grandes transmisores de valores, experiencias y conocimientos», subraya la entidad.

Además, el programa contempla una línea de trabajo para evitar la soledad y el aislamiento de las personas mayores internas en centros penitenciarios, potenciando su actividad y su comunicación, y ayudándoles a descubrir nuevos intereses que les faciliten la reinserción social.

En el conjunto de España, y a lo largo de estos diez años, 1.034 personas mayores voluntarias han impartido clases de nuevas tecnologías a 7.724 personas privadas de libertad en nueve recintos penitenciarios, entre ellos el Dulce Chacón de Cáceres.