El Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Cáceres ha declarado nula la resolución del ayuntamiento cacereño por la que el equipo de gobierno suspendía las licencias de dominio público, de construcción y de apertura que el propio consistorio había concedido al quiosco de flores Avelina, situado en el parque de Calvo Sotelo y que no ha llegado a abrir sus puertas.

Con este fallo se da la razón al titular del quiosco, Angel Amado Sánchez (hijo de Avelina), y se condena al ayuntamiento "a que indemnice al recurrente en el importe correspondiente a los intereses del préstamo solicitado para la construcción del quiosco durante el tiempo que duró la suspensión, sin hacer expresa declaración en cuanto a las costas causadas".

Contra este fallo cabe por parte del consistorio recurso de apelación en el plazo de 15 días ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.

"NINGUNA RAZON" El abogado de la defensa, el letrado Santiago Merino, explicó a este diario, tal como indica la propia sentencia, que el juez entiende que, "en el caso examinado, y teniendo en cuenta que al momento de acordarse la suspensión de la construcción del quiosco, éste ya se encontraba concluido, ninguna razón tenía la medida cautelar".

Merino insiste en que "las licencias no se pueden suspender cuando una obra está terminada" y que "sólo se pueden dictar en obras clandestinas e ilegales y ésta es completamente legal y con el beneplácito municipal de tres licencias firmes, a las que nadie se opuso".

Merino recordó que las licencias fueron concedidas entre agosto del 2002 y abril del 2003. Explicó que una florista presentó una denuncia contra el ayuntamiento por la concesión de dichas licencias a ese quiosco y el consistorio dictó entonces una medida cautelar para suspender los permisos que previamente había concedido. El abogado cifró ayer los gastos del titular de Flores Avelina en un montante de 50.000 euros.