El Juzgado de Instrucción número 2 investiga la procedencia de las tarjetas de crédito falsificadas incautadas a dos individuos de nacionalidad nigeriana detenidos en la ciudad tras realizar compras en distintos establecimientos haciendo efectivos los importes con dichas tarjetas.

Los dos detenidos, A. H. S., de 46 años, y A. G. A., de 49, fueron puestos en libertad tras prestar declaración ante el juez. Según ha podido saber EL PERIODICO de fuentes jurídicas cercanas al caso, ambos aseguraron desconocer que las tarjetas eran falsas y culparon a un tercer individuo que actuaba con ellos y que consiguió darse a la fuga.

La causa judicial está abierta, centrándose la investigación en tratar de determinar la procedencia de las tarjetas que les fueron incautadas --todas ellas de bancos extranjeros-- y si los detenidos forman parte de alguna red y hay más personas implicadas, "pues de ser así los delitos que se les pueden imputar tendrían penas mayores", indicaron las fuentes consultadas.

A los detenidos, uno de ellos procedente de Madrid y el segundo con domicilio en Cáceres, se les pueden imputar hasta tres delitos: de falsificación de moneda, de estafa y de receptación, por los que podrían enfrentarse hasta 20 años de prisión. "Todo dependerá de si se demuestra que las tarjetas las falsificaban ellos, si eran robadas, si los detenidos pertenecen a alguna red..., que es en lo que se está centrando la investigación".

Por su parte, el abogado de los dos acusados, el letrado Protenciano Chin Choy, hizo constar que por el momento no existe ninguna prueba que les implique en los hechos, "habrá de concluirse la investigación para determinar si son culpables".

Ellos, señaló, han proclamado en todo momento su inocencia, "de hecho si se quedaron quietos cuando vieron a la policía fue porque desconocían que un compañero al que acompañaban, que fue el que se dio a la fuga, pudiera estar utilizando tarjetas falsificadas en los pagos".

Al parecer, el detenido que reside en Cáceres aseguró que sólo acompañaba a un compatriota que quería comprar unos televisores y unos móviles y no conocía Cáceres ni hablaba español. "Lo único que hizo fue de intérprete y guía". Y en cuanto al detenido procedente de Madrid, sólo hacía de chófer. "Ninguno tuvo las tarjetas en sus manos ni hicieron pagos con ellas".