«Decidle al alto, calvo gafúo del juez que se va a enterar cuando me lo eche en cara, tengo una pistola Taurus PT34/Pro con un cargador de 33 balas y le voy a vaciar hasta el último cartucho. Me cago en los muertos de este hijo de puta corrupto que no tiene ni puta idea. Que cuesta entre 12 y 13.000 euros contratar a alguien para que le pegue dos tiros. Se va a enterar este juez de quienes son los gitanos de San Lázaro». Fue exactamente lo que le dijo el acusado al magistrado Alfonso Benjamín, de Plasencia, tras terminar la vista oral en la que acababa de ser juzgado. Se dirigió en estos términos cuando el juez decidió denegarle la suspensión de la pena de prisión. El Ministerio Público solicita que le sea impuesta una pena de tres años y medio de prisión por un delito de atentado a la autoridad, así como el pago de una multa de 2.700 euros. También pide una orden de alejamiento del magistrado durante cinco años. Será juzgado mañana en la Audiencia.