La Consejería de Bienestar Social de la Junta adjudicará en diciembre el contrato para la redacción del nuevo centro de menores de la ciudad, que estará ubicado en la barriada cacereña de Nuevo Cáceres y cuyo plazo para su conclusión y puesta en marcha se sitúa en el 2007. El gobierno extremeño informó ayer a este diario de la situación en que se encuentran los trámites administrativos y recordó que la inversión prevista para este proyecto es de 2.240.950 euros, parte de cuya cantidad (1.200.000 euros) ya venía contemplada en los presupuestos regionales para que este año pudieran, precisamente, convocarse el concurso e iniciarse las obras. Las nuevas instalaciones, que ocuparán una superficie de 5.000 metros cuadrados, dispondrán de 40 plazas, reiteró igualmente el ejecutivo.

El nuevo edificio, que sustituirá al actual Julián Murillo de la ronda de San Francisco y en el que trabajarán 64 personas, estará situado concretamente en una parcela que era de propiedad municipal y que este año se cedió a la Junta. Está detrás de la estación de autobuses, en las cercanías del lugar donde también se levantarán las pistas polideportivas de Nuevo Cáceres y la nueva comisaría. Ese solar se cedió hace años a la Fundación Cáceres CB, institución que finalmente no hizo uso del mismo.

FRANJA DE EDAD El centro dará acogida a menores de 0 a 6 años y forma parte del proyecto de modernización que realiza la consejería en estas instituciones (es el caso del San Juan Bautista, de Badajoz, o el Antonio Machado, de Mérida). La nueva filosofía que la Junta maneja en este sentido contempla un diseño más funcional de los edificios que se proyectan, dispuestos en módulos y viviendas donde hermanos o niños de la misma edad puedan compartir su vida en un ambiente normalizado.

El anuncio de construcción de un nuevo centro de menores en Cáceres se fraguó tras anunciarse el pasado mes de abril la denuncia del convenio firmado en 1998 entre la diputación y la Junta por el que se gestiona el Julián Murillo y que tiene vigencia hasta el 2007 coincidiendo con el final de legislatura. El convenio fijaba que el personal del Julián Murillo dependía funcionalmente de Bienestar Social, aunque su dependencia orgánica era responsabilidad del gobierno provincial. En enero 10 trabajadores del centro habían pasado a otros organismos de la diputación y en el Julián Murillo aún quedaban 60 personas dependientes de la institución, el resto es personal propio de la Junta. Ayer el gobierno provincial dijo que no había novedad respecto a este asunto.