La Comisión Regional de Precios, órgano presidido por el director general de Comercio de la Junta y en el que participan administraciones, asociaciones de consumidores y sindicatos, ha autorizado la subida de la tarifa del autobús urbano que el pleno de la corporación municipal aprobó el pasado mes de mayo. La comisión regional se reunió el jueves, y la entrada en vigor de su acuerdo no será inmediata, ya que la nueva lista de precios tiene que publicarse antes en el Diario Oficial de Extremadura.

Será a primeros del 2003 cuando los usuarios del transporte público pagarán más, incremento que no tendrá la misma incidencia en el billete, que sube un céntimo, que en la tarjeta mensual, cuyo coste aumenta un euro y medio. El motivo de esta variación es la adecuación de la tarifa a la nueva ordenanza fiscal reguladora de la tasa por el servicio municipal de autobuses, una norma que se aprobó antes del verano con un objetivo: garantizar al ayuntamiento que con los ingresos por viajeros, por la publicidad en los vehículos y por la subvención que da el Estado para transporte se cubre hasta el 66% del coste anual del autobús urbano.

Con esta ordenanza los precios se revisarán todos los años en base a dos factores: los costes (personal, carburante, seguros, la amortización de los nuevos vehículos...) y el número de viajeros. Si los costes se controlan y se consiguen más usuarios, la ordenanza tendría un efecto positivo sobre el precio. Si ocurre lo contrario y la tarifa sube, la norma establece un índice corrector, que provocaría que la incidencia de un aumento de precios sea porcentualmente inferior en la tarjeta mensual y en el bonobús, que son los que utilizan dos tercios de los usuarios, que en el billete ordinario.

La ordenanza surge para controlar el déficit del servicio, que en dos años se ha recortado en casi medio millón de euros, una rebaja que será difícil de mantener debido a que este año se ha creado una nueva línea, se van a adquirir nuevos vehículos y se contratará a más personal. El otro objetivo es evitar que los cambios en la tarifa se acuerden cada tres o cuatro años, como se venía haciendo hasta ahora, con incrementos elevados que causan rechazo social. La Comisión Regional de Precios ya advirtió al consistorio hace dos años que las subidas tenían que ser anuales y teniendo en cuenta el IPC.

El principal inconveniente que presenta la ordenanza es que si en un ejercicio se produce un incremento de los costes superior a lo normal y el número de viajeros se mantiene, la tarifa se incrementaría por encima del IPC para poder conseguir el objetivo de cubrir con los ingresos el 66% de lo que cuesta el autobús urbano.

VALDESALOR Y LA ESTACION

La comisión no aprobó el jueves la totalidad de la tarifa acordada por el ayuntamiento. No se autorizó que el nuevo billete especial se aplique para los trayectos a Valdesalor y la estación de Arroyo-Malpartida. La Asociación de Usuarios y Consumidores de Extremadura se opuso a que por estos recorridos se pague más. Este billete, que costará 0,79 euros, que es lo que realmente vale cada viaje (el precio del billete normal, bonobús y tarjeta está por debajo del coste del servicio), sí se cobrará por trayectos especiales: ferias de mayo, conciertos y otros.