La nueva consejera de Fomento, María Antonia Trujillo, visitó ayer las obras de la ronda norte, que financia la Junta con un gasto de 19,4 millones. Esta red se proyectó hace más de dos décadas como una vía de circunvalación, aunque, debido a que su construcción se ha retrasado y gran parte de su trazado pasará ya entre viviendas, será una vía urbana, una avenida de 6 kilómetros que conectará la Universidad Laboral con la glorieta del V Centenario. Trujillo anunció que las obras se ejecutan en los plazos previstos y que las previsiones son que pueda "inaugurarse en el verano del 2004".

La consejera aprovechó la visita para recordar al ayuntamiento y al gobierno central que Madrid aún no ha presupuestado la construcción de la ronda este, la otra gran vía urbana proyectada desde hace años en el Plan General de Ordenación Urbana y que está sin ejecutar. Las referencias a la ronda este son una constante por parte de los miembros del gobierno autonómico en todas sus intervenciones relacionadas con la ronda norte, una alusión con fines políticos para insistir en el mensaje de que Mérida cumple sus compromisos y Madrid no.

La ronda norte es la inversión con mayor dotación que la Junta realiza en Cáceres, una obra de la que se espera que solucione parte de los problemas de circulación del eje formado por las avenidas de las Delicias, Hernán Cortés y Guadalupe, pero que también tiene detractores por su incidencia en la Sierrilla, ya que, a pesar de las medidas protectoras incluidas en el proyecto, atraviesa este paraje medioambiental, que con la sierra de la Mosca son los principales condicionantes del diseño urbano de la ciudad. Otro de los argumentos en contra de la ronda norte es que es una obra que se acomete con muchos años de retraso, y tendrían que haberse planteado otras alternativas para su trazado, ya que cuando se diseñó el casco urbano de Cáceres era muy distinto al actual.

PROTECCION DE YACIMIENTOS

Trujillo subrayó que en su consejería "humanizamos las obras", lo que significa que el millar de olivos y árboles que se han tenido que arrancar se replantarán, y algunos se usarán "en la pantalla herbórea" de protección de la vía. Apuntó que se toman medidas de protección arqueológica y que pilas del lavadero de Beltrán, uno de los pocos que quedan en Cáceres y que se ha tenido que desmontar, se colocarán en glorietas del recorrido de la ronda.