La Agencia Extremeña de la Vivienda ejecutó ayer otros seis desahucios de viviendas sociales en Aldea Moret un año después de los primeros desahucios colectivos llevados a cabo en el barrio. Los pisos habían sido ocupados ilegalmente por vecinos que disponían de otra vivienda y que presuntamente usaban la ocupada para realizar actividades ilegales, según informó la asesora de este organismo de la Junta. Otra de las desalojadas era adjudicataria legal del piso pero se comprobó que no residía en él.

Los desalojos se llevaron a cabo por orden judicial y tras remitir varias notificaciones a sus inquilinos para que abandonaran el inmueble voluntariamente. La actuación se desarrolló sin incidentes a pesar de que se desplegó a un grupo de antidisturbios, patrullas de la policía local y seguridad privada, cuya intervención no fue necesaria.

REPARACION INMEDIATA Las viviendas desalojadas se encuentran en las calles Germán Sellers de Paz, Juan García y Ródano. Operarios de mudanza vaciaron los pisos y trasladaron los enseres a un almacén. De forma paralela, una cuadrilla de albañiles comenzó los trabajos de reparación. "No se tapian, se procede a su arreglo inmediato para su readjudicación", explicó Paloma Castellano, de la Agencia de la Vivienda. Algunos de los afectados, con los que intentó hablar este diario, se negaron a hacer declaraciones aunque reconocieron haber recibido varios avisos.

Estos nuevos desahucios son continuidad a otros once que se ejecutaron en marzo del año pasado y la Agencia tiene abiertos al menos una decena más de expedientes similares. Esta medida ha permitido la recuperación en un año de un centenar de viviendas sociales. Castellano recordó la "importancia" de los desalojos "para la normalización de los bloques y del propio barrio".

En este año, la Agencia ha reabierto una oficina en el barrio desde la que se gestiona la problemática de los pisos y su mejora y se ha creado una cooperativa de limpieza de los edificios. "Es una pena --valoró Castellano-- que no se actúe en el bloque C de la calle Ródano porque está haciendo mucho daño al barrio". Este edificio depende del ayuntamiento, que ha anunciado reiteradamente en el último año que iba a desalojarlo para convertirlo en centro social pero aún está en el aire.