El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, anunció ayer su «firme compromiso» de que el Ejecutivo regional no utilizará «en ningún caso» la fórmula del Proyecto de Interés Regional (PIR) para la iniciativa de explotación de una mina de litio a cielo abierto en Cáceres. El anuncio del presidente y la negativa del PP, del PSOE y de Podemos en el ayuntamiento a cambiar el Plan General Municipal desecha definitivamente esta actuación en la ciudad. Si no hay cambio del PGM porque ni PP, ni PSOE ni Podemos lo apoyan, si la única alternativa a esa modificación es presentar un PIR y si ese PIR no se presenta, parece que el proyecto de la mina de Vadeflores se desvanece

Fernández Vara, en declaraciones realizadas en Mérida a los periodistas, aseveró que «evidentemente, la última decisión la tendrán en Cáceres», un asunto con el que se mostró «absolutamente respetuoso». Y añadió: «Me ratifico en el firme compromiso de que en ningún caso utilizaremos la fórmula de los Proyectos de Interés Regional para resolver este asunto», señaló Fernández Vara, quien reiteró que «la última decisión» la tiene el ayuntamiento.

En ese sentido, Vara rehusó manifestarse sobre este asunto «a priori de que las documentaciones se tramiten», ya que a su juicio debe ser «respetuoso con los procedimientos» y dijo que «luego como partido, la posición será la que tenga el PSOE de Cáceres, que es quien está en estos momentos llevando esta cuestión», y con el que Fernández Vara, aclaró, está «en permanente contacto desde el primer día».

Las declaraciones de Vara se produjeron al tiempo de que el portavoz del gobierno en el Ayuntamiento de Cáceres, Rafael Mateos, aseverara en una comparecencia pública: «No sé si cabe o no un PIR pero no creo que la Junta se atreva a llevarlo a cabo». Mateos se mostró igualmente tajante contra esta iniciativa, un día después de que la alcaldesa, Elena Nevado, y el presidente del PP, José Antonio Monago, expresaran su rechazo de plano a la mina de Valdeflores en una sorpresiva rueda de prensa en Mérida.

El portavoz del gobierno negó que el PP haya cambiado de opinión sobre la mina y defendió que durante estos meses ha actuado «con cautela». Se está «intentando hacer ver un cambio de postura. Nosotros no dijimos ‘sí’ a la mina sino que pedimos prudencia. Hemos sido muy cauteosos». Argumentó que su posicionamiento se basa en un análisis sosegado de visión de futuro porque el ‘sí’ a la mina «hipoteca» a las generaciones venideras.

MODELO DE CIUDAD / Mateos comentó que una explotación de estas características «choca» con el modelo de ciudad que ha promovido su ejecutivo, basado en el turismo y el desarrollo sostenible, dos áreas que en los últimos meses han supuesto a la ciudad una inversión superior a 15 millones de euros (citó proyectos como el Dusi, el Red.es o la restauración de la muralla). Pero además, Mateos se refirió al «valor simbólico de la Montaña» y fue explícito al asegurar: «Una mina pegada al santuario no es el modelo de ciudad que tiene el gobierno». Reiteró que el sector servicios es el motor económico de Cáceres y que no pueden venir empresas privadas de fuera «a aprovecharse» de los cacereños.

Mateos fue taxativo al aseverar que «si depende del ayuntamiento no habrá mina» y estimó que la creación de 200 puestos de trabajo que propone la compañía «no es significativa para la implantación de una empresa tan dañina». En este sentido, recordó que en el Parque Científico y Tecnológico de Cáceres, por ejemplo, se ha promovido la contratación de 100 ingenieros con previsión a ampliar hasta 400 puestos de trabajo «y no contaminan».

El responsable municipal explicó que aunque la competencia en materia de minas no es del ayuntamiento y pese a que el PP no tiene mayoría en el consistorio, a tenor de las declaraciones de PSOE y de Podemos, el proyecto de la mina «no va a tener luz verde y no tiene sentido -insistió- que la Junta lo siga tramitando». ¿Podría la Junta acudir a los tribunales para que el Plan General Municipal se variara y que la Montaña dejara de tener la protección ambiental que tiene en la actualidad para que se permitieran las labores de extracción de mineral? Fue la pregunta de uno de los periodistas ayer, a la que Mateos respondió que la justicia siempre respetaría la autonomía municipal.

El portavoz criticó seguidamente al gobierno regional, a quien acusó de «haber dado alas a este proyecto empresarial concediéndole un permiso de investigación minera» y pidió a la Junta que en lugar de atraer proyectos mineros se encargue de llamar la atención sobre el fabricante estadounidense de automóviles eléctricos Tesla, lo mismo que han hecho en Soria, León o Palencia para implantar una empresa de ese tipo en la capital cacereña.

Rafael Mateos criticó también a la compañía que promueve la mina. Desveló que recientemente la alcaldesa mantuvo un encuentro con el consejero de Economía, José Luis Navarro, para informarse sobre el proyecto, «y solo le pasaron un dossier de prensa con poco más de ocho páginas, un power point», dijo Mateos, que aseveró que es una documentación que facilita «la propia empresa» y que habla de que «30 años después de su implantación dejaría una laguna en la Montaña que solo se llenaría de agua cuando lloviera. No se habla de recuperación ambiental, es una auténtica cicatriz. No cuenta con un plan de restauración serio y viable», sentenció Mateos.

El responsable municipal añadió que si el ayuntamiento ha concedido un permiso de obra menor a la filial es porque previamente la Junta había dado el visto bueno a la investigación minera y que el gobierno regional solo se había preocupado de que la empresa «tuviera su domicilio fiscal en Extremadura» para que los tributos «fueran a parar a la Junta y no a Cáceres». Rafael Mateos insistió en la necesidad de acabar con este proyecto. «Si la Junta hubiera visto que no era viable, no le hubiera exigido a la empresa que se domiciliara en Extremadura».

Mateos sí comentó que el ayuntamiento no puede paralizar la licencia de obra menor en tanto que el gobierno ha concedido a la mina la licencia para investigar. El portavoz apuntó, no obstante, que el pasado viernes se elaboró un informe de Disciplina Urbanística y que se ha abierto un expediente a la empresa para que demuestre si ha abierto nuevos caminos en la Montaña o si solo ha limpiado los ya existentes para poder acceder al lugar de los trabajos. «Ahora estamos en el plazo de audiencia, de que la compañía presente alegaciones. Una vez que tengamos toda la información, interpondremos una sanción, en caso de que corresponda», dijo.

Asimismo, Mateos desdeñó la postura crítica del portavoz municipal socialista, Luis Salaya, del que dijo: «Yo no le escuché decir que ‘no’ a la mina en el pleno», en referencia a una moción que presentó el grupo Podemos para crear una comisión de seguimiento del proyecto y que salió adelante con los votos favorables de este grupo, del PSOE y de Ciudadanos.

Sin embargo, en torno a este asunto de la mina se pronunció precisamente ayer la Asamblea General del PSOE de Cáceres, que aprobó por unanimidad el rechazo al proyecto de la mina de litio, una vez conocidos los detalles del mismo «ya que no se encuadra en el modelo de ciudad y de desarrollo de los socialistas cacereños», apuntaron. Asimismo la asamblea apoyó la gestión del grupo municipal socialista en este asunto, «que hasta la semana pasada mantuvo una posición de cautela y respeto con el proceso administrativo, pero una vez conocido el proyecto en profundidad mostró su rechazo al mismo».

La secretaria general de la Agrupación Socialista de Cáceres, Belén Fernández, recordó que «la decisión sobre la mina depende ya exclusivamente del ayuntamiento». Criticó a Elena Nevado y a José Antonio Monago por sumarse ahora al rechazo cuando en un principio habían sido defensores del mismo, «una postura que nos parece simplemente electoralista, aunque debe ser bienvenida por lo que supone para el futuro de los cacereños».

Fernández indicó que la Junta «únicamente ha cumplido con su obligación de tramitación del expediente, sin embargo el PSOE regional siempre ha mantenido la postura de que la decisión la deberían tomar los cacereños, y en este caso el ayuntamiento que los representa». La secretaria general insistió en que «este tipo de actuación no se encuadra en nuestro modelo de ciudad y no es compatible con el modelo de desarrollo que defendemos, de ahí nuestro total rechazo».

LA EMPRESA / ¿Y qué dice la empresa? Ayer comentó que no responderían a declaraciones de los políticos y lanzaron este comunicado: «Tecnología Extremeña del Litio, sociedad en la que participan al 50% Plymouth Minerals y Valoriza Minería, está comprometida con el desarrollo de un proyecto industrial y minero respetuoso con el entorno y centrado en el aprovechamiento del litio, un mineral que la Comisión Europea ha definido como estratégico. Para ello, impulsará una actividad segura, sostenible y que fomente la creación de empleo y riqueza en la región».

Actualmente, el proyecto está en fase de tramitación. En enero se ha presentado la solicitud de pase a concesión del proyecto ante el órgano competente para esta materia, la Dirección General de Minas de la Junta de Extremadura, y la compañía sigue trabajando en la tramitación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).

Como cualquier otro proyecto de estas características, la mina de Valdeflores cuenta con un plan de restauración medioambiental que se iniciará casi al mismo tiempo que la actividad de la propia mina. El modelo de desarrollo y medioambiental de este proyecto puede, incluso, compensar el impacto de la cantera de Olleta y prevé compensatorias en otras áreas de la ciudad de Cáceres.

Tecnología Extremeña del Litio prevé llevar a cabo en Cáceres una inversión cercana a los 340 millones de euros, que generará entre 500 y 800 puestos directos en la fase de construcción y en torno a 200 empleos directos y cerca de 900 empleos indirectos durante el periodo de explotación. El proyecto es integral e incluye una actividad minera y otra industrial. La inversión minera se situará en 60 millones de euros, mientras que la industrial alcanzará cerca de 280 millones. La inversión en la planta de carbonato de litio es 3,5 veces superior a la que requiere una fábrica de baterías (en torno a 80 millones). Será la primera fábrica en Europa de producción de carbonato de litio de grado batería».