La Junta exige que un arqueólogo inspeccione las obras de Obispo Galarza, igual que en Alzapiernas

La solicitud viene motivada por una denuncia presentada en la Dirección de Patrimonio Cultural alertando de que se estaba actuando en una zona de vigilancia arqueológica sin un seguimiento. En concreto se trataba de una zanja abierta junto a la parada de autobuses urbanos para meter nuevas canalizaciones. Desde el momento en que se recibió la denuncia la Junta ordenó la paralización de las obras, aún detenidas.

Según confirmó ayer el concejal de Infrestructuras, Víctor Bazo, la empresa ya ha preparado la documentación para contratar a un arqueólogo e informa detalladamente a Patrimonio Cultural de cada uno de los trabajos que se efectúan en dicha calle. Por su parte la alcaldesa, Elena Nevado, culpó ayer a los técnicos municipales de no haber avisado de la necesiad de un seguimiento arqueológico. Los comerciantes de esta zona también se quejan por las pérdidas que les está suponiendo esta actuación. Sobre todo desde que el pasado 18 de marzo se cerrara al tráfico la calle Parras, donde se van a ampliar los acerados en la zona más cercana a Sánchez Varona. Han enviado varios escritos al ayuntamiento pidiendo información sobre la obra y sobre la fecha en la que prevé que finalice.

Por otro lado ayer en Alzapiernas se retiró la segunda canalización encontrada (también se han hallado monedas antiguas) y se ha procedido a meter el cableado de alta tensión. Hoy se reanudarán los trabajos para construir una escalera mecánica.

Nevado mandó ayer un mensaje a los empresarios: «Me voy a ocupar personalmente de cada duda de los empresarios todos los días hasta que esa obra termine y todos los daños serán repuestos, si se acredita que han perdido un solo céntimo de euro como consecuencia de esa actuación y si puede ser imputable al ayuntamiento», aseguró la alcaldesa.