La Junta de Extremadura no informó hace un año de que las 3.968 viviendas protegidas (2.400 de ellas a 60.000 euros) que se quiere construir al norte de Mejostilla Espadero, junto a la carretera de Casar, están dentro de la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de los Llanos de Cáceres y que, por tanto, su edificación no es viable si la Unión Europea no modifica antes la catalogación de este espacio natural. Esta actuación está ahora recogida en el proyecto del futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Cáceres, que puede hallarse ante el mismo escollo. Desde octubre del 2004, más de 4.000 personas se han inscrito en la lista de demandantes de una de estas casas y aún siguen esperando las obras.

Cuando se van a cumplir doce meses de la presentación del proyecto por parte del Ejecutivo autonómico y la sociedad Promociones Almonte 2000, el presidente de la Agencia Extremeña de la Vivienda, Javier Corominas, declaró ayer que, al ocupar parte de una ZEPA, las casi 4.000 viviendas proyectadas no pueden comenzar a construirse en la actualidad. No obstante, asegura que este obstáculo "es subsanable", trabajando "muy duro con Bruselas", ya este área de la ZEPA está degradado por su cercanía a la ciudad. Por ello, sostiene que la idea sigue siendo construir los pisos en este emplazamiento, aunque sin fecha definitiva. Los planes de la Junta eran iniciar la obra el pasado verano.

El responsable de Vivienda apunta que en este enclave nacerá "una nueva ciudad de 12.000 habitantes", por lo que la carretera de Casar es insuficiente como vía de acceso a ella. Indica que hay que planificar ahora entradas y salidas alternativas por coche, así como el sistema de saneamientos, alumbrado y todo tipo de servicios. Precisamente, un informe técnico del ayuntamiento cacereño, dado a conocer el 22 de octubre del 2004, ya alertaba sobre estos mismos escollos.

A pesar de que estos problemas de infraestructura tampoco se dieron a conocer hace un año por la entonces consejera de Fomento, Leonor Martínez, Corominas defiende que "no hubo precipitación" al difundir el proyecto, abrir una lista de peticionarios y generar expectativas a más de 4.000 familias.

A la pregunta de si no incurre la Junta en una contradicción al impulsar las casas del Muelo hace un año, pese a estar en una ZEPA, y ahora manifestar sus reticencias a la aprobación del PGOU cacereño por este mismo motivo ambiental, Javier Corominas considera que en el 2004 lo único que hizo la Junta es declarar "su interés" por este proyecto y que, con posterioridad, ha ido analizando e intentando solucionar todos los pros y contras de la iniciativa.

El responsable de Vivienda advierte de que en marzo pasado alertó al alcalde de Cáceres, José María Saponi, sobre los problemas que podrían derivarse de incluir suelo urbanizable en una ZEPA y que esto podría ser un hándicap para el PGOU.

Por último, anunció que ya hay otros dos promotores que han presentado planes para edificar viviendas baratas.