El informe técnico y jurídico que se llevó a la comisión regional de Urbanismo en la que se votó a favor del nuevo Plan General Municipal (PGM) de urbanismo de Cáceres no plantea objeciones en contra de su aprobación, aunque en la última semana Junta y PP hayan mantenido posiciones divergentes sobre la conveniencia de una cuarta exposición pública. Pero en estos dos informes sí se hacen una serie de observaciones a tener en consideración por el equipo del plan, una de dichas puntualizaciones afecta al sector de 863 casas planificado en la estación de Arroyo-Malpartida, un núcleo residencial que se prevé que se destine a segunda residencia. En dichos informes se indica que este sector está afectado por la reserva para vivienda protegida, con un precio máximo tasado por la administración, que establece la legislación del Suelo.

También se apunta que el instrumento urbanístico que desarrolle este sector deberá recoger el porcentaje de vivienda protegida vigente en el momento que se proceda a su aprobación inicial, indicándose que ahora es del 30% de la edificabilidad.

En esta zona se proyectan 863 casas con una edificabilidad de 155.000 metros cuadrados, todo destinado a vivienda libre. Este sector ha tenido distintas proyecciones de viviendas, llegaron a planificarse 1.700 e incluso se eliminó en una de las aprobaciones provisionales del plan general (la de abril del año 2009).

Se planificó para contar dentro del término municipal con una reserva de terreno para ofertar vivienda aislada y como posible alternativa a uno de los graves problemas de ordenación del territorio de los últimos años: la aparición de casas y parcelaciones en terrenos no urbanizables protegidos que han acabado por formar núcleos de viviendas.

No es el único sector que figura como segunda residencial en el nuevo plan, también aparecen con esta denominación, a pesar de que lindan con el casco urbano, los sectores de la Esmeralda (768 casas con una edificabilidad de 122.905 metros cuadrados) y el que se planifica en la carretera de Trujillo (más allá del centro penitenciario, con 752 viviendas y una edificabilidad de 120.241 metros cuadrados). En ese caso sí se deja una reserva de edificabilidad para vivienda protegida.

Pese a dejar esa reserva, en los dos informes se cuestiona el sector de la Esmeralda. En el jurídico se apunta que se opone abiertamente a las prescripciones del informe de la dirección general de Medio Ambiente, que, pese a que es favorable a la aprobación del plan, recoge que las peculiaridades de la zona impiden la urbanización de viviendas, aún de baja densidad, con criterios tanto de seguridad como de salubridad, salvo que se estudie pormenorizadamente la zona desde un punto de vista minero y geológico. En el informe técnico se cuestiona que se ha vuelto a incluir este sector en el plan de urbanismo sin que se haya aportado el estudio pormenorizado de la zona, ni las medidas pertinentes de mejora antes de considerarlo apto para su incorporación al proceso urbanizador.

En el informe se precisa que se deberá incorporar a las normas urbanísticas del plan la obligatoriedad de presentar este estudio antes de que se decida sobre la consulta de viabilidad para el desarrollo del sector.

SUELO URBANO En otro punto del informe jurídico se indica que la misma observación que se hace para la segunda residencial de la estación de Arroyo (la obligación de la reserva de un porcentaje de vivienda protegida) también se hace para las áreas de suelo urbano no consolidado que se sometan a actuaciones de urbanización, incluso se especifica que suelos urbanos consolidados en los que se incrementa el aprovechamiento urbanístico, creando una unidad de actuación discontinua para la cesión de las dotaciones correspondientes a dicho aumento, se convierten en un suelo urbano no consolidado por dicho incremento y por tanto debe aplicarse la reserva de vivienda protegida que fija la ley del Suelo.

Entre los suelos urbanos no consolidados del nuevo plan de urbanismo está la parcela del colegio de las Carmelitas, donde se permite una edificabilidad residencial de 15.000 metros cuadrados. En el informe técnico, en el que se realizan las observaciones actuación por actuación, no se hace ningún apunte específico sobre las Carmelitas ni sobre si en su ficha se debe incluir la reserva para vivienda protegida.

Sí se hace esta precisión concreta para un suelo urbano no consolidado en la zona del Madruelo, donde con el nuevo plan se permiten 2.000 metros cuadrados edificables de uso residencial. En el informe se apunta que no incluye la reserva para vivienda protegida. En el Madruelo es una intervención en el borde urbano del casco histórico, que incluye la apertura de un viario (una actuación de urbanización). En las Carmelitas lo que se proyecta es actuar en el solar existente, incluyendo usos terciarios y residenciales y manteniendo el colegio.