El consejero de Fomento, José Luis Quintana, anunció ayer la suspensión de la aprobación definitiva del nuevo Plan General Municipal (PGM) de urbanismo. La primera consecuencia es que se demora su entrada en vigor al menos hasta final de año. La segunda es que se deben reajustar las previsiones del número potencial de pisos y de consecución de sistemas generales (los suelos para espacios públicos, como las grandes zonas verdes). Es decir, habrá menos pisos planificados y menos sistemas generales. Hay una tercera conclusión: el retraso de proyectos empresariales, el más conocido es El Corte Inglés, y que muchas expectativas de empresarios de la construcción que han adquirido suelo en base a las previsiones del plan general se pueden truncar si su terreno finalmente queda como no urbanizable.

Pero ayer no se especificó cuánto y qué puede quitarse, dado que esa decisión corresponde al ayuntamiento. El plan general es una norma municipal que fija por dónde y cómo crecerá la ciudad, y en qué condiciones y en qué suelo se desarrollan muchas actividades, destacando las productivas y las empresariales.

La alcaldesa, Carmen Heras, no dio cifras, "va a afectar, porque hay un número excesivo de viviendas, pero en todo caso vamos a estudiarlo". Lo mismo indicó en relación a posibles recortes en las grandes zonas verdes, "la ley dice 5 metros cuadrados por habitante, y nosotros tenemos 24 y 27, se puede hacer el cálculo sobre la marcha, aunque por ahora no hay nada", "hay que bajar bastante", agregó.

Para entender lo que ayer se expuso tras la reunión en Mérida de la comisión regional de Urbanismo, al término de la misma se anunció la suspensión, se debe partir de cifras básicas. La primera es que el plan tiene un potencial de casi 60.000 viviendas en 18 sectores en nuevo suelo residencial y urbanizable. Esos sectores están en tres prioridades, la mayoría en la 1.

Además de lo anterior, se prevé obtener unas seiscientas hectáreas (superficie que viene a ser unos 800 campos de fútbol) para sistemas generales. La mayoría de este terreno está en la Sierrilla (cerca de 300 hectáreas) y la Montaña (con 170). Estos sistemas generales y los suelos urbanizables para pisos están ligados. Los primeros se logran por el ayuntamiento para uso público gracias al desarrollo de los segundos. Un cambio en cualquiera de los dos afecta al otro.

APROBACIONES La otra idea fundamental para entender qué se decidió ayer es que un plan tiene tres aprobaciones. Las dos primeras corresponden al ayuntamiento, que es la administración que tiene la potestad de diseñar la ciudad. La definitiva es de la Junta, que debe garantizar que lo que se propone en el plan general se ajuste a la legalidad.

Esta suspensión no significa que el plan no valga, sino que se deben realizar correcciones y algunas de ellas importantes.

Hay otra idea destacada para entender lo decidido ayer, y es que alrededor de un plan general hay numerosos intereses, no solo por las operaciones de compra de suelo, sino también empresariales por los proyectos que dependen de esta normativa.

Quintana anunció ayer las ideas más relevantes que se incluyen en el informe que la dirección de Urbanismo de la Junta presentó a la comisión sobre el plan de Cáceres. En el mismo, por lo dicho por Quintana, no se precisa que haya que recortar pisos o sistemas generales, pero en el fondo, como el mismo consejero reconoció, se viene a decir que el plan, con ese potencial de pisos y sistemas generales, es inviable. Primero porque no habrá población para tantos pisos y segundo porque el ayuntamiento no podrá asumir el coste de seiscientas hectáreas. En resumen: se podrá desarrollar parte de las previsiones del plan, no todas. "Hay que hacerlo -el desarrollo de la ciudad-- de manera sostenible, ¿vale todo?, pues no, no vale todo", comentó Quintana.

Aunque fueron más de diez los puntos del informe destacados por Quintana. Hay dos que son decisivos. El primero está en relación al crecimiento sostenible de la ciudad. Más que el recorte de viviendas, en lo que se hace hincapié por la Junta es en que debe haber otro orden en el desarrollo de la ciudad propuesto en el plan general municipal.

No vale con las tres prioridades que se recogen ahora. Lo que se quiere es que se prioricen los sectores de una prioridad. Es decir, la 1, con ordenación o sin ordenación detallada, no puede dividirse en 11 sectores por el riesgo de que todos ellos, con más de 30.000 viviendas, se inicien a la vez; y lo que es más importante, lo que se plantea es que quede muy bien especificado cuándo se puede iniciar un sector.

¿Por qué se pide esto?. El plan fija que el desarrollo de un sector de pisos alejado de la ciudad se vincula al del sector con el que linda y que está más cerca de la ciudad, o al menos a la ejecución del sistema viario que le conecta con el resto de Cáceres. Es decir, se podría construir una gran avenida sin viviendas cerca de Cáceres, pero sí en un punto más alejado. La intención es evitar formar "una ciudad deslavazada", comentó el consejero. "Un sector no podrá desarrollarse --dijo-- hasta que el anterior tenga una parte ejecutada".

En relación a los sectores, destacó otra cuestión: un sector no puede tener tantas viviendas. El caso más claro es el que se hará junto al ferial, que tiene 7.100 viviendas. El consejero dijo que esto favorecería que su desarrollo lo hiciesen grandes grupos y dejaría fuera a las empresas de la región.

Hay otros dos hechos, citados ayer por el consejero, que dan a entender que habrá recorte. Recordó que uno de los cometidos de la consejería es que haya un crecimiento sostenible y que esta premisa no se cumple con el crecimiento de habitantes que prevé el plan, "285% en 15 años".

Después incidió en que la Confederación del Tajo informa en contra del plan porque con el crecimiento previsto de población no se garantiza el abastecimiento de agua a pesar de la ampliación con el trasvase de Portaje.

SISTEMAS GENERALES El segundo punto destacado de la decena que resaltó el consejero son los sistemas generales. Comentó que la dirección de Urbanismo pide al ayuntamiento en su informe que tiene que aclarar la forma de la gestión y mantenimiento de las 600 hectáreas a obtener.

Y recordó que tanto la Montaña como la Sierrilla son suelos que son no urbanizables y que por tanto ya están protegidos, por lo que no estaría justificada su obtención con el objeto de preservar la zona.

Añadió que la consecución de este terreno obliga a un esfuerzo económico al consistorio para su gestión, y recordó que la planificación de tantos sistemas generales es lo que está justificando la creación de una parte del nuevo suelo urbanizable para compensar a los propietarios de terrenos en Montaña y Sierrilla.

Quintana reiteró que el informe no propone que se eliminen, sino que dice que son "excesivos" y recuerda que la ley prevé 5 metros cuadrados de espacios libres (zona verde) por habitante y en el plan se propone 24 en la prioridad 1 y 27 en la 2 y 3. En este sentido, el consejero volvió a comentar que lo que se propone en el plan es inviable.