Un jurado popular, integrado por siete hombres y dos mujeres, ha declarado culpable de un delito de homicidio al súbdito marroquí Karim A., culpable de causar la muerte de su compatriota M. B. en agosto del 2009. El juicio contra Karim A., que se inició sobre las 10.00 horas de ayer en la Audiencia Provincial, quedaba a las 15.00 horas pendiente tan solo del veredicto del jurado, que lo daba a conocer hacia las 21.00 horas.

En su declaración en el juicio, el acusado había reconocido que la noche del 29 de agosto, en la avenida del Valle de Plasencia, donde solían reunirse un grupo de extranjeros, la mayoría marroquís y también algunos polacos, se peleó con su compatriota M. B., al que recriminó que le hubiese robado días antes unas pertenencias. Reconoció también que le propinó "un par de golpes y algunas patadas", pero negó en todo momento que tras la pelea le arrojara sobre una barandilla que protegía un terraplén de unos seis metros de altura. Pero testigos presenciales de los hechos declararon, sin embargo, que vieron claramente como el acusado empujó a la víctima hacia el precipicio.

Fue la declaración, entre otras, de un vecino de la avenida del Valle que se encontraba en el balcón de su vivienda, justo enfrente de donde ocurrieron los hechos. Según indicó, vio como el grupo que se encontraba en el lugar --indigentes que solían reunirse siempre allí-- "estaban como bromeando" y, en un momento dado, "el acusado y la víctima comenzaron a pelearse". Según indicó, a preguntas del fiscal y los abogados, el acusado "dió varios golpes y patadas" a su víctima, mientras este "solo se cubría" y le decía "para, para, no me pegues más".

Tras la pelea, añadió, el acusado "empujó por el pecho" a su víctima, que se precipitó al vacío, hasta impactar con el suelo, a unos seis metros de altura tras la barandilla de protección. Y declaró haber oído a Karin A. decir la frase "a dormir", al tiempo que le empujaba.

Una frase "relevante", según las acusaciones, pues según indicarían en sus informes finales tanto el fiscal como el abogado de la familia del fallecido, el acusado "no solo no le ayudó cuando tras tirarle se apreció que, aunque sangraba y respiraba con dificultad, aún estaba con vida", sino que "impidió que lo hicieran algunos que quisieron bajar a ayudarle", y a los que dijo, "dejarle, que está dormido".

Su compatriota, que había resultado gravemente herido en la caída, fallecería cuatro horas después en el servicio de urgencias del Hospital de Plasencia.

Según expusieron los médicos forenses, M. B, que contaba entonces 48 años de edad, sufrió como consecuencia de la caída dos fuertes traumatismos, uno cranoencefálico y otro torácico (hemitorax, contusión y lesión pulmonar), "siendo este último en el que le causó la muerte".

VEREDICTO Y PETICIONES Una vez conocido el veredicto del jurado, declarando al acusado culpable de homicidio, tanto el fiscal como la acusación particular (el abogado de la familia del fallecido) mantuvieron su petición de 12 años de prisión, así como que, de conformidad con el artículo 89.5º del Código Penal, dicha pena sea sustituida por la expulsión a su país de origen una vez cumplidas las tres cuartas partes de la condena, y con expresa prohibición de regresar a España por tiempo de 10 años.

En concepto de responsabilidad civil, el fiscal solicitó el pago de una indemnización a los familiares del fallecido de 275.000 euros (90.000 para su esposa, 50.000 para su madre y 45.000 para cada uno de sus tres hermanos), que el abogado de la familia elevó a 310.000 euros (100.000 para su esposa, 60.000 para su madre y 50.000 para cada uno de sus hermanos).

Al abogado defensor, por su parte, no le quedó más remedio que cambiar su petición. Había mantenido que los hechos eran "constitutivos de un delito de lesiones con resultado de muerte, no de homicidio", porque, según señaló, Karim A. "no había tenido intención de matar" a su compatriota, sino que se trató de un trágico suceso, que lo ocurrido fue "una terrible fatalidad, un cúmulo de desafortunadas circunstancias", y pedía 2 años de prisión. Y para el caso de que fuera declarado culpable de homicidio solicitaba se aplicara la atenuante de estado de embriaguez, pero al considerarla el jurado "no probada", se vio obligado a pedir 8 años. Y ello pese a advertirle la presidenta de la Sala que el homicidio está castigado con entre 10 y 15 años.