La justicia se convirtió ayer en protagonista en el Instituto de Educación Secundaria Al-Qazeres, donde sus alumnos dejaron de aprender por un día matemáticas o historia para adentrarse en los entresijos de un juicio y conocer el papel que en él desempeñan el juez, el fiscal, los abogados defensores... Para ello, el salón de actos se convirtió en una improvisada sala de vistas y Lorena Román, Elena Pavón y Ana María Mateos se enfundaron en togas para representar a la juez, defensa y fiscal, respectivamente.

Como si de verdaderos profesionales de la justicia se tratara --"con una preparación y calidad que nos ha sorprendido a todos", reconoció la propia directora provincial de Educación, María Emilia Guijarro, y corroboraron los demás asistentes--, escenificaron el juicio de un menor acusado de un delito de lesiones cometido en la persona de un compañero durante un recreo. Según escenificaron los alumnos que representaron al acusado, la víctima y un testigo todo se inició con una pelea por culpa del fútbol que acabó con el labio y un diente roto de uno de ellos.

"Se trata de un suceso que puede ocurrir en cualquier patio de cualquier colegio, y a través de la representación de este juicio los chicos pueden tomar conciencia de que hay comportamientos que deben evitarse y que, además, están castigados por la ley. La verdad es que es muy instructivo", señala Guijarro.

Lo reconocen también los propios alumnos, que no ocultan que comportamientos como el descrito en el juicio escenificado se dan. "Los abusos de algunos chicos en los centros escolares son frecuentes, y quizás actividades como esta sirvan para evitarlos", consideran Alberto y Maite, dos alumnos de segundo curso.

Tras la toma de declaraciones por parte del fiscal y la defensa, la declaración sobre la personalidad del acusado por parte de la perito y los alegatos finales de las partes, la juez dicta sentencia condenatoria: "Le declaro culpable del delito de lesiones que se le imputa y le condeno a seis meses de libertad vigilada. Contra esta sentencia puede presentar recurso ante la Audiencia Provincial", dictamina Lorena Román con la misma solemnidad que haría un juez profesional.

Concluido el juicio los escolares, en un ameno coloquio, se interesan por diferentes aspectos de la justicia, como el lugar donde sería juzgada una persona que hubiera cometido delitos en distintos países, qué hay que estudiar para ser juez, o por qué unos miembros del tribunal llevan puntillas en las mangas y otros no. A todas sus preguntas responde con cordialidad la magistrada del Tribunal Superior de Justicia Manuela Eslava, a la que apoya el jefe de presa y protocolo del tribunal, Fernando Muñoz, que con sus anécdotas provoca las risas de los escolares.

Esta actividad realizada ayer en el IES Al-Qazeres se enmarca dentro del programa Educando en Justicia, puesto en marcha por un convenio firmado entre el Consejo General del Poder Judicial y la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, "con el objetivo de acercar a los jóvenes a la justicia, dándoles a conocer cómo funciona y cuáles son sus procedimientos".

La magistrada del TSJEx, Manuela Eslava, destacó la importancia de que se lleven a cabo actividades como ésta, "máxime cuando se tratan temas como la problemática que se da en los centros escolares en cuanto a agresiones y acoso escolar", y destacó que es una buena herramienta para la prevención de estas actuaciones.

No obstante, tanto Eslava como Guijarro afirmaron que en la región no hay grandes problemas de violencia en los centros educativos, a diferencia de lo que ocurre en otras.