La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Cáceres juzgó ayer a un cacereño de unos 30 años acusado de corrupción de menores, de tenencia de pornografía infantil y de difundir ese material. El Ministerio Público pide para él la pena de nueve años de prisión. El juicio se celebró a puerta cerrada al tratarse de delitos que afectan a menores de edad, en concreto a niños menores de trece años.

Los hechos salieron a la luz tras una investigación realizada por el FBI y la Europol para desarticular una red de pornografía infantil. En medio de esas investigaciones observaron que dentro de la misma existía un enlace con una dirección IP que pertenecía a la ciudad de Cáceres, por lo que se dio traslado para que se registrara su domicilio y su ordenador. Al ser el acusado natural de Cáceres los hechos se juzgan en la Audiencia Provincial de esta ciudad.

Por su parte su defensa apeló en el juicio a la vulneración de los derechos fundamentales y negó que las imágenes pornográficas que fueron halladas en su equipo informático fueran utilizadas para su distribución, sino que eran para su consumo propio. En este caso la pena oscilaría entre uno y cinco años de prisión. El Fiscal mantuvo su petición de pena, que la fija en nueve años de cárcel. El juicio quedó ayer visto para sentencia.