La Audiencia Provincial de Cáceres juzgó ayer a un padre acusado de un delito continuado de agresión sexual ejercido sobre su hija, cuando esta tenía solo ocho años. La vista se celebró a puerta cerrada y sin presencia de público al ser la víctima aún menor de edad.

Tal y como recoge el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, que defiende a la niña, los hechos ocurrieron durante al menos cuatro años, cuando la menor tenía entre ocho y doce años. Su padre, que actualmente tiene 34 años y carecía de antecedentes penales en el momento de los hechos, para ejercer los abusos sobre su hija siempre se aprovechaba de que esta se encontraba dormida en el salón del domicilio familiar o en el dormitorio para, haciendo uso de su relación de parentesco, efectuarle tocamientos en distintas partes de su cuerpo.

PONIA RESISTENCIA La menor, siempre según la acusación del Ministerio Público, solía oponer resistencia a dichos abusos; sin embargo su padre le propinaba manotazos para lograr su cometido. Además de estos tocamientos el acusado llegó a realizarle fotografías desnuda y a grabarla en vídeo. Si ella se oponía a los deseos de su progenitor, asegura el Fiscal, su padre la amenazaba con no dejarla salir de casa o con quitarle su teléfono móvil.

El Ministerio Público considera estos hechos constitutivos de un delito continuado de agresión sexual ejercido sobre una víctima especialmente vulnerable, con el agravante de la relación de parentesco. Por ello solicita que se le imponga una pena de diez años de prisión y que se le prohiba aproximarse o comunicarse a ella durante un periodo de seis años. También pide que se le retire la guardia y custodia de la menor durante otros seis años.

Por su parte el imputado niega los hechos que se le acusan. Su defensa solicitó ayer la libre absolución de su representado alegando que no existen pruebas suficientes para declararle culpable.