La Audiencia Provincial de Cáceres juzgó ayer a un clan familiar acusado de traficar con hachís, cocaína y heroína en la ciudad de Plasencia. En total están implicadas catorce personas. Solo dos de ellos reconocieron ayer los hechos, llegando a un acuerdo con la Fiscalía para eludir el juicio. El resto, negó cualquier relación con la droga.

Según manifiesta la Fiscalía los hechos se produjeron al menos entre junio y noviembre del 2016. Se cree que los varones se dedicaban a distribuir la droga y las mujeres a realizar labores de vigilancia para advertir de la presencia de la policía en la zona.

Los padres del clan, según cree el fiscal, eran los cabecillas, que ponían a disposición de sus dos hijos y nueras las sustancias estupefacientes para que las distribuyeran. En sus domicilios la policía ha visto entrar y salir a toxicómanos.

El matrimonio, a pesar de dedicarse a la recogida y venta de chatarra y a la venta de fruta, tenía unos ingresos muy elevados. De hecho existe otra causa abierta contra ambos por blanqueo de capitales. En el registro domiciliario se hallaron 31.780 euros dentro de un bote de plástico escondido bajo una baldosa debajo de la lavadora. Ellos aseguraron ayer que este dinero procede de sus ahorros de toda la vida.

REGISTROS / En el registro del domicilio de uno de los hijos de los cabecillas se halló cocaína y material que es utilizado normalmente para la manipulación de sustancias estupefacientes. Y en el del otro de los hijos se encontró hachís y 2.481 euros.

También se investiga a otro matrimonio, familia de los anteriores. En este caso la Policía Nacional interceptó a habituales consumidores portando cocaína, heroína y hachís al salir de su domicilio. Además en el registro de su casa hallaron en su interior a dos personas consumiendo.

Finalmente en esta causa se acusa también a otro matrimonio que vendía cocaína y heroína junto a su hija menor de edad (ella no prestó ayer declaración pero sí lo ha hecho con anterioridad ante la Fiscalía de Menores). Adquirían la droga, según cree la Fiscalía, del matrimonio anteriormente mencionado. En el registro de su domicilio se encontró también droga.

MÁS ACUSADOS / El último matrimonio imputado se cree que vendía estas sustancias con ayuda de los anteriores, padres de uno de ellos. Cuando se registró su casa se encontró hachís.

La Fiscalía solicita penas de entre cuatro y cinco años de prisión (en total suman 51 años de cárcel) y el pago de multas que superan los 33.000 euros.

El de ayer fue el primer juicio que celebra la Audiencia Provincial de Cáceres tras el parón del verano. No será el único de drogas, solo este septiembre hay ya previstos cinco más.