Victoriano Barrantes (03-09-70), cumple sus primeros seis meses como presidente del Club Cultural Taurino Cacereño. Su afición por el ruedo comenzó a los cuatro años de la mano de su abuelo Higinio Caso, el señor Higinio para todos, monosabio del coso cacereño.

¿Su mayor reto en el club?

--Que la escuela taurina logre gestionarse por sí misma.

La escuela da sus frutos, estarán muy satisfechos...

--Muchísimo. En sólo cuatro años de trayectoria ha sacado promesas como Emilio de Justo o Daniel Morales, con bastantes premios, todo ello sin medios.

¿El mejor cartel de la historia taurina que le hubiera gustado disfrutar en Cáceres?

--Antonio Ordóñez, Manolete y Joselito Gallo.

¿Su preferido en activo?

--Quizás Joselito.

Dos palabras para definir la afición de Cáceres.

--Es sabia y algo perezosa.

¿La mejor tarde que recuerda en la Era de los Mártires?

--Especialmente dos. El indulto de Ruidón, que correspondió a Ruiz Miguel; y una tarde lluviosa muy completa con Mora, Espartaco y Yiyo en sus inicios.

¿Le da muchas cornadas su nuevo cargo al frente del club?

-- No. Sólo han llegado algunas críticas que vamos lanceando.