Lleva 25 años vinculado al grupo Hutchinson, de origen galo, con un centenar de empresas por todo el mundo. Durante dos décadas dirigió la factoría francesa Cauchos Modernos y posteriormente asumió la responsabilidad de las plantas de Oiartzun y Parets del Vallés, en Guipúzcoa y Barcelona. Ahora, Jean Luc Visniewski (Francia, 1955) desembarca en Cáceres para ponerse al frente de la industria de Capellanías.

--Lidiar con la crisis desde una empresa de proyección internacional que exporta la mayoría de su producción no debe ser fácil. Influyen los mercados, las distintas políticas, los cambios en otros países...

--La globalización es así. Por ello la multinacional tiene una estrategia para cada continente, y toma las decisiones sobre cada espacio en función de los resultados. Es necesaria la flexibilidad para ajustarse a los mercados.

--Y ahora en Cáceres. ¿Cómo ha encontrado la planta de Catelsa?

--En realidad vengo a la ciudad todos los meses desde hace un año. La empresa está al pie del cañón a diario, tratando de responder siempre al cliente del mercado del automóvil, que es muy exigente y demanda sobre todo calidad y rapidez, obviamente sin olvidar lo que también esperan de nosotros: buenos precios, competitivos.

--Ya está tomando decisiones, hay nuevos proyectos...

--En realidad dedicaré los primeros tres meses a conocer en profundidad el funcionamiento de esta empresa antes de concretar decisiones importantes, es lógico. Pero sí, hay proyectos en perspectiva que vamos a poner en marcha, y no, no se prevén despidos.

--¿Confía en la mejora de la coyuntura económica?

--Los economistas hablan de un repunte a finales del año 2013. Creo que habrá una mejora, aunque sinceramente no veo posible una vuelta a la situación anterior.

--Y ahora vive en Cáceres...

--Lo que más me ha sorprendido es que se trata de una ciudad grande pero a la vez pequeña, donde todo el mundo conoce a todo el mundo. Me agrada mucho, sobre todo el centro histórico.