En la ilustración de la izquierda aparece la solución que se propone en el plan de restauración para recuperar el hueco que dejará la mina a cielo abierto. Es un lago artificial, que se prevé que se llene con el agua del Calerizo que se dejaría de bombear cuando finalice la explotación de la mina. En el dibujo de la derecha aparece la corta o mina a cielo abierto que tendría 450 metros de ancho y 710 de largo y que ocuparía una superficie de 26,5 hectáreas. El fondo se sitúa en la cota 310, mientras que las de su contorno están entre la 445 y la 550.