El pasado viernes Televisión Española emitió el programa ‘Donde comen dos’ que Juan Manuel Montilla, ‘El Langui’, y Pablo Pineda rodaron en la capital cacereña. Llegaron a Cáceres en globo, lo que permitió observar panorámicas de la ciudad. «¿Has visto Pablo? Es más fácil llegar a Extremadura en globo que en tren», le dijo El Langui a su compañero de programa justo antes de aterrizar en la plaza Mayor.

Comieron en Atrio junto a Pablo Carbonell platos preparados con diferentes partes del cerdo ibérico (vaho con cucharada de guiso de oreja de cerdo, calamar a la parrilla y ali-oli; lionesa con panceta ahumada y orégano; sopa tradicional de tomate envuelta en un tubérculo y esfera de cerdo ibérico). Visitaron la bodega del restaurante con dos Estrellas Michelin y aprendieron algunos trucos de cocina con el chef Toño Pérez.

Después comenzaron una visita turística por la ciudad monumental. Pero emepzó con un percance: La moto que utiliza El Langui para desplazarse se quedó sin batería en la plaza de San Mateo, donde se atascó debido al empedrado. No fueron capaces de moverla. Al final tuvieron que realizar el tour a bordo de un tuk-tuk. Fue una forma de reivindicar la necesidad de hacer accesibles los conjuntos monumentales, tal y como comparten los colectivos de personas con discapacidad de la ciudad. «Sabemos que es difícil pero creemos que se podría hacer más de lo que se hace», indica la responsable del área de accesibilidad de Cocemfe, Sonia Silva. Dice que recorrer la parte antigua con una silla de ruedas o una moto es muy complicado.

Se queja además de que en la calle Alzapiernas se vaya a instalar una escalera mecánica (solo en un tramo de la vía) y no un ascensor, ya que por las escaleras no pueden subir sillas de ruedas. Tampoco están conformes con la mejora de la calle Sánchez Varona. «No tienen en cuenta a los colectivos de personas con discapacidad», dice. Y se queja porque la comisión de accesibilidad lleva sin convocarse desde octubre (debería celebrar una reunión al mes).

El Langui y Pablo Pineda terminaron en los baños árabes El Aljibe. Después visitaron Jarandilla de La Vera, donde conocieron la figura del pregonero y jugaron al paint-ball. Para terminar Pineda cumplió uno de sus sueños: Ejercer de maestro. Dio clase a los alumnos del colegio Santa Teresa de Jesús de Badajoz. Y El Langui cantó un rap con la Orquesta Sinfónica de Extremadura.