"Tienen toda la razón, es una verdadera vergüenza que se aprueben subvenciones y que lo hayan dejado todo encima de la mesa y escondido dentro de un cajón. No sé si me da más vergüenza que no se gestione o que no se pague". Así de enérgica se mostró ayer la alcaldesa, Elena Nevado, tras ser preguntada sobre la situación que viven las cofradías de la ciudad, detallada ayer por este periódico.

El presidente de la Unión de Cofradías Penitenciales de Cáceres, José Manuel Martín Cisneros, expresó su malestar porque las hermandades no han cobrado las partidas de 2010 ni de 2011 y aseguró que se sienten "abandonadas". Han agotado sus fondos y están organizando actividades paralelas que les proporcionan solo pequeños ingresos.

Esta situación se produce aún después de que la Semana Santa de Cáceres haya sido declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, título que le da un rango igual a los Sanfermines o El Rocío, pero por el que recibe tan solo 21.000 euros al año de las arcas municipales.

"Ha habido una situación de desidia en la administración de las arcas públicas", reiteró Elena Nevado, quien mostró su confianza en que en esta legislatura "las cuentas se pongan en orden. Para ello trabajamos mañana, tarde y noche", zanjó la alcaldesa.