Caeteris, palabra latina que significa para los demás , da nombre a una asociación nacida en la Casa de la Misericordia de Alcuéscar, desde la que se ha promovido la creación de una lavandería industrial, que ha sido reconocida como centro especial de empleo por la Junta de Extremadura y que da trabajo a Francisco Pavón, Timoteo Gómez, Javier Coronado y Rafael Sánchez, todos ellos acogidos por esta institución, creada en los años 40 por el padre Leocadio Galán, fundador de la orden Esclavos de María y de los Pobres. Actualmente se presta atención a sesenta personas, entre ellos enfermos, disminuidos físicos o psíquicos y gente sin hogar.

La lavandería funciona hace unos meses. Lava la ropa a Torre de Sande y al hotel del cruce de las Herrerías, aunque también ofrece sus servicios a personas particulares. Es la única lavandería que hay en Alcuéscar. Los residentes que trabajan en el centro --deben tener un 35% de discapacidad-- cobran un sueldo y tienen una monitora, María Angeles Chamorro, que les ayuda aunque, apunta, "todos ellos son muy perfeccionistas".

La lavandería, según explica la terapeuta ocupacional Julia Félix, tiene cuatro lavadoras industriales, secadoras y una sección de planchado y plastificado. El rodillo se instalará próximamente. Cuando la ropa llega al centro, los trabajadores --que trabajan durante siete horas al día-- realizan una cuidada selección de la misma e inician el proceso: echan el detergente, después el suavizante... y así hasta que el producto está listo para que el cliente lo reciba.

El hermano Enrique Muñoz, subdirector de la casa, y el padre Fernando Pecero, realizan un llamamiento a instituciones y establecimientos para que confíen en los servicios de la Casa de la Misericordia, que también ha contactado con una firma de Mérida para la confección de carpetas.