El consejero delegado de Leclerc en España, Philip Gruau, firmó unos días antes del 31 de diciembre el acuerdo con el grupo Pinilla para la compra de la parte del centro comercial del Nuevo Cáceres que se destinará al hipermercado y al almacén. El contrato, que tiene más de 80 páginas, fija un calendario y la previsión es que el centro esté finalizado a finales del 2006. Sin embargo, "todavía estamos a la espera de que Pinilla firme ese documento", comentó ayer Philip Gruau, consejero delegado de Leclerc en España. El contrato no está rubricado por el grupo empresarial cacereño porque "hay cláusulas nuevas" que se tienen que "examinar", manifestó ayer Valentín Pinilla, consejero delegado del grupo empresarial.

Leclerc y Pinilla han ido juntos en este proyecto desde que en el verano del año 2000 empezasen a negociar la apertura de una gran superficie con hipermercado en la parcela de uso comercial del polígono Nuevo Cáceres, propiedad de la promotora y constructora cacereña.

"Estamos con Pinilla y --el Nuevo Cáceres-- sigue siendo el mejor sitio para el hipermercado", aseguró Gruau, que insistió en que la intención de la firma francesa es hacer efectiva la licencia comercial concedida por la Junta y abrir en Cáceres, donde "hay potencial de negocio", recalcó. En los planes de expansión de Leclerc está previsto que el hipermercado esté terminado o abierto a finales del 2006.

Gruau puntualizó que las negociaciones en este tipo de contratos "son complicadas" porque se habla de "presente y futuro", y recordó que la apuesta de Leclerc fue desde el principio por Pinilla al tratarse de una constructora y promotora fuerte en el ámbito local y autonómico, aunque concretó que uno de los condicionantes ha sido que el grupo empresarial cacereño "no es del gremio --comercial--", lo que ha tenido incidencia en las negociaciones llevadas a cabo.

El consejero delegado de Leclerc señaló que se remitió a la Consejería de Economía la notificación de que por parte del grupo comercial ya se ha firmado el contrato. Gruau consideró que es entendible la impaciencia de la Junta, ya que la licencia se concedió en el verano del 2002, aunque insistió en que el interés de Leclerc es que el híper pueda estar abierto "cuanto antes".

Pinilla comentó ayer que el grupo cacereño sigue apostando por hacer una dotación comercial, y recordó que el terreno es propiedad de la empresa y que tiene un uso comercial al que se le acabará dando una utilidad.

GESTION El proyecto, según se ha planteado en más de una ocasión por ambas partes, es que el grupo cacereño, propietario de la totalidad del terreno donde se edificará la gran superficie, construye el inmueble y se encargaría de la gestión y la comercialización del centro (galería de tiendas y otros servicios). Leclerc compraría el espacio del híper, con una sala de venta de 5.500 metros cuadrados y otros 3.400 de almacén, por los que, según se apunta en el contrato, "se abonarían 8.900.000 euros", explicó el consejero delegado de Leclerc. El centro se proyecta con más de mil plazas de párking en dos plantas subterráneas.