En octubre del 2006 nos dejaba, demasiado tempranamente, García Rueda Muñoz de San Pedro, historiador, profundo estudioso de los molinos y las construcciones populares, especialista en historia social y económica. Su muerte pasó desapercibida para la prensa. Pasando el tiempo, en una conversación con Fernando Jiménez Berrocal (con quien había publicado su último libro, sobre los oficios del agua), pensamos en que sería una buena idea organizar un homenaje que pusiera en realce su figura. Rápidamente dos buenos amigos de García, Pachiqui Herreros de Tejada (tan dispuesta siempre a poner de relieve todo lo que supone Cáceres) y Carlos López-Montenegro (más que amigo, casi hermano de García, junto con Alfonso Hergueta) se unieron al comité organizador y nos pusimos todos manos a la obra.

García Rueda heredó de su abuelo, el Conde de Canilleros (verdadero padre de la historiografía contemporánea en Extremadura), su pasión por la Historia, pero, a diferencia de éste, no sintió atracción por la Historia Medieval o Moderna --a pesar de tener en su propia casa, quizá, el mejor archivo privado de Extremadura-- licenciándose en Historia Antigua por la Complutense y sus primeras publicaciones, junto a Pepe Salas, trataron, fundamentalmente, el tema de la epigrafía. Con el tiempo fue derivando su vocación historiográfica hacia la historia social y económica, convirtiéndose en una figura nacional en su campo: el estudio de los molinos y del agua. Ello le llevó a ser fundador de la Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos, que simultaneaba con su puesto de jefe de Documentación de la Fundación Marcelo Turriano. Sus estudios le valieron ser, entre otros, miembro de la Sociedad Española de Historia de la Construcción o Colaborador de la Fundación Giner de los Ríos.

Colaborador de numerosas revistas científicas, autor de una gran cantidad de ponencias científicas, organizador de diversos congresos nacionales e internacionales, la personalidad de García en el campo historiográfico es sobradamente conocida. Sin olvidar su formación como historiador antiguo, publicó su cuidadosa monografía sobre Nabucodonosor II y no descuidó la labor de la divulgación. Así, por ejemplo, fue colaborador de El Periódico Extremadura, con su magnífico libro sobre Cáceres (con fotografías coleccionables) que tuvo una notable acogida. Cáceres estuvo siempre presente en su obra y en su corazón.

Como notable ha sido también la acogida que hemos tenido a la hora de organizar el homenaje, que se celebrará el próximo 16 de octubre. El Ayuntamiento, la Institución Cultural el Brocense y la Consejería de Cultura se han prestado a colaborar con él e, igualmente, numerosas personas e instituciones, no sólo de Cáceres, sino de toda España. Con sus colaboraciones se está elaborando una publicación que recogerá algunos textos de García Rueda y que será presentada en la Casa Pedrilla el día señalado. Ese mismo día, se inaugurará una placa en su memoria.

Este homenaje pretende poner de relieve la figura de García Rueda, pero también quiere reivindicar tantas otras que han hecho tanto por Cáceres y que han pasado inadvertidas en esta ciudad tan dada a premiar lo anecdótico y obviar lo substancial. El homenaje llevará por título ´La memoria de los justos´, parafraseando la inscripción del dintel de la casa familiar, porque justo es poner de relieve y en su sitio a los hijos de Cáceres que merecen ser recordados.