El legado histórico que el ayuntamiento encontró hace exactamente un año en Palma de Mallorca ya está en la ciudad y a disposición de todos los ciudadanos en el Archivo Histórico Provincial. Esta herencia hallada en el ayuntamiento balear pertenece a Gabriel Llabrés, un catedrático de Geografía e Historia que vivió en Cáceres entre 1898 y 1902.

1.800 documentos, entre los que figuran manuscritos como los estatutos de la Revista de Extremadura --fundada por él--, notas personales sobre los barrios de la ciudad, planos o dibujos heráldicos. Y 102 fotografías en las que puede verse el aspecto que la torre de los Espaderos, la casa del Sol, la iglesia de San Blas, el convento de San Pablo, el palacio de Moctezuma o el arco del Cristo tenían a finales del siglo XIX. Muchas de ellas muestran lugares que hoy en día ya no existen y la mayoría refleja el paisaje humano a través del que se intuyen las modas y formas de vestir de la época.

Toda esta herencia supone una parte muy importante de la cultura de los cacereños "tenía que estar aquí", aseveró el responsable del archivo histórico provincial, Fernando Jiménez.

LEGADO DIGITAL El traslado de esta historia no ha supuesto arrebatársela a los mallorquines, los originales continúan allí. El ayuntamiento cacereño lo ha digitalizado todo para convertirlo en un archivo virtual que pueda ser consultado y grabado por los ciudadanos a través de unos ordenadores instalados para ese fin en el archivo municipal.

Sin embargo Cáceres no se quedará sin ver en primera persona los originales de estos documentos. Será en una exposición itinerante que el ayuntamiento balear y el cacereño prepararán después del verano. Entonces, parte de esta historia hallada en las islas cruzará el mar para ser exhibida en la capital cacereña.

EL ERUDITO LLABRES Pero, ¿quién fue exactamente Llabrés? y, sobretodo, ¿qué hizo en la ciudad? Este intelectual mallorquín fue catedrático del Instituto General y Técnico, secretario de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos, creador del Museo Arqueológico Escolar --reconvertido en Museo Arqueológico Provincial-- y fundador de la Revista de Extremadura junto a Sanguino Michel.

Perteneció a la Generación del 98 "era un regeneracionista interesado por que no se destruyera el patrimonio arquitectónico de los lugares donde estuvo", según explicó el concejal de Cultura, Santiago Pavón.

"Fue un fanático de la fotografía", explicó Jiménez, "pero sus fotografías originales están hechas en planchas de vidrio".

En cuanto a su labor docente enseñó y formó a alumnos que luego llegaron a ser grandes personalidades como Gil Alberola, León Leal o Felipe Uribarri.