Después del verano comenzarán las obras para peatonalizar lo que ayer la alcaldesa definió como ‘las calles de los obispos’, Ciriaco Benavente, Obispo Segura Sáez y Clemente Sánchez Ramos, el núcleo de vías situadas entre Cánovas, Viena y San Pedro de Alcántara que pasarán a ser ‘propiedad’ de los peatones. Elena Nevado compareció acompañada por los técnicos que están detrás de este proyecto, Francisco Plaza y Javier Fernández, y por el concejal Pedro Muriel. «Es un proyecto redactado en la propia casa, que responde a las mejoras de accesibilidad y tránsito peatonal que nos habíamos planteado, cumpliendo con los vecinos», aseguró la líder popular.

La regidora indicó que con esta iniciativa se ganará en movilidad y recordó que el plazo de ejecución de la misma será de seis meses, con lo que todo apunta a que en marzo de 2020 ya estará culminado el proceso. A su término, la superficie aproximada que quedaría peatonalizada en la manzana entre la avenida de España, San Pedro de Alcántara, Virgen de Guadalupe y Primo de Rivera será de 30.000 metros cuadrados (tres hectáreas), según detalla el área de Infraestructuras. En ellas no se incluye Santa Joaquina de Vedruna, ya que no tiene continuidad, y sí la manzana con Motril, que sumarían 7.000 metros cuadrados más, es decir, 37.000 metros cuadrados.

La obra tiene un presupuesto de 368.000 euros, de ellos, 115.000 corresponden a trabajos de demolición, pavimentación y jardinería. El resto es para semáforos, canalización y residuos. Se financiará con recursos propios procedentes de la venta de una parcela para uso comercial situada entre la glorieta de las avenidas Dulcinea y Cervantes.

PLATAFORMA ÚNICA / Se trata de una actuación de plataforma única con plaquetas de hormigón granilladas en color, una fórmula muy parecida a la ejecutada en la plaza de San Juan, con la eliminación de bordillos y la restricción al tráfico a todos los vehículos, excepto para los residentes y los de carga y descarga. El control de acceso se hará por cámaras de videovigilancia, como las que operan en el casco histórico y en San Pedro de Alcántara a través del uso de tarjeta.

En las ‘calles de los obispos’ se ampliarán acerados y se incluirán tres líneas nuevas de arbolado con ejemplares de Ginkgo biloba (la primera se escribe en mayúsculas porque es nombre científico), que es una de las especies arbóreas más antiguas; data del Pleistoceno. También es conocido como nogal del Japón, y se ha optado por él «para otorgar verdor necesario a las vías», dijo uno de los técnicos.

Durante la rueda de prensa, Nevado explicó que la zona de carga y descarga estará en Ciriaco Benavente y los aparcamientos reservados para personas con movilidad reducida se instalarán en Clemente Sánchez Ramos.

«Queremos hacer del centro de Cáceres un lugar habitable y para todos, porque es el lugar de encuentro de todos los barrios de la ciudad», aplaudíó la dirigente, quien insistió en que con este proyecto se busca «mejorar la competitividad y revitalizar el comercio tradicional». Una vez que las obras salgan a licitación, las empresas interesadas en llevar a cabo las mismas deberán presentar sus ofertas.

La última peatonalización realizada por el gobierno municipal ha sido la de la plaza de San Juan, que también ha mejorado su accesibilidad. Las obras comenzaron el pasado mes de octubre y han tenido un coste de 144.669 euros. La reforma de este entrono ha corrido a cargo de la empresa RGG Proyectos, Obras y Medio Ambiente. El objetivo de esta actuación ha sido peatonalizar y revitalizar un enclave que supone una de las principales entradas a la plaza Mayor y al casco histórico.