TBtien por la puntualidad del maestro Jesús Amigo, que es la deferencia que tienen los grandes para con los mortales, y de Dios para abajo, todos iguales. Noche de estreno en el Gran Teatro, Leloup y su Cáceres, Rapsodia Para Clarinete, Corno Di Basetto Y Orquesta, obra encargada con la excusa del 2016. Telón musical por detrás de los solistas. Un crecendo que da paso a panderetas, palmas y pizzicatos, pero no me gusta el folclorismo inventado.

Yuxtaposición de sonidos, suena a jazz pero no de caverna parisina sino de salón, aséptico. Los dos solistas regalaron una propina de Mendelson ¿por qué la modernidad musical, Leloup, es difícil de seguir? según el maestro Guillermo A. Iriarte, por falta de narratividad; Mendelson, fantástico cuentista. Con el preludio de El Caserío, de Guridi, ya en la segunda parte, hubo reminiscencias de zorcico: una mesa bien puesta con mantel blanco, llena de sabrosas viandas en un verde prado. Parecía, en algunas frases musicales, el muy ladrón, un compositor eslavo. Para un gañán como yo, un placer oír tanta percusión de principio a fin.

Final con Falla, El Sombrero De Tres Picos, Suites 1 y 2. Un camino musical ascendente, que avanza y se hace grande, que acuna y te lleva a dar un paseo por las nubes. Diálogo de todos los instrumentos. Los temas musicales principales son FALLA: salón con vistas a un parque francés, estructurado, sí, pero con parterres de flores silvestres y aromáticas. Los músicos reían interpretándolo, por algo será.