«La lengua de signos es un idioma más». En estos términos se expresó ayer José Manuel Cercas, presidente de la federación de asociaciones de personas sordas de Cáceres. El colectivo celebró ayer el día nacional de la lengua de signos con una jornada lúdica en el paseo de Cánovas. Desde media mañana, los intérpretes e integrantes de la comunidad sorda pusieron en marcha actividades como canciones interpretadas en lengua de sígnos y cuentacuentos. Del mismo modo, instalaron una mesa informativa para mostrar la labor de los intérpretes de signos y de la asociación y normalizar su uso y hacen público un manifiesto para pedir que «la lengua de signos y sus expresiones se declaren como bienes del patrimonio cultural inmaterial».

En ese sentido, Cercas reivindicó la importancia de promover su difusión. «Nos sentimos orgullosos de defender una lengua que forma parte de nuestra cultura», puso de manifiesto. Su reivindicación principal pasa por «eliminar barreras de comunicación». Para ello, reclama que aumente el número de profesionales e intérpretes para que en un futuro sea más fácil el acceso a la vida laboral y se mejore la calidad de vida de las personas sordas.

El día nacional de las lenguas de signos se adoptó en 2014 en consejo de ministros y se celebra el 14 de junio debido a que ese mismo día en 1936 se constituyó la confederación estatal de personas sordas.

En el país, el Instituto Nacional de Estadística calcula que algo más de un millón de personas se comunican a través de lengua de signos. Cercas no pudo precisar la cifra en Extremadura, pero insistió en la necesidad de visibilizar la realidad de las personas sordas y de la lengua que hace accesible su día a día.