El Reglamento de Espectáculos Taurinos, aprobado por real decreto 145/1996, de 2 de febrero, señala en el artículo 6 del capítulo 1, que para poder inscribirse en una plaza de toros como matador de novillos con picadores (el caso de Jairo) se exigirá tener cumplidos los 16 años, además de ser presentado por un profesional, que deberá ostentar siempre una categoría superior a la del solicitante, que pueda dar fe de su preparación. Jairo Miguel comenzó a lidiar vaquillas a los 6 años y a los 8 debutó en Aliseda. Su padre acumula tres multas de la Junta de Extremadura, de 3.000 euros cada una de ellas. Le fueron impuestas después de que su hijo toreara en Aliseda y Alcuéscar.