Las leyes de Kepler y la política

Ley de las órbitas.-- Todo militante de partido con aspiraciones describe órbitas helicoidales alrededor del jefe, situado en el foco. Si se trata de un jefecillo las órbitas pueden ser de mediano radio. Si se trata de un jefazo las órbitas han de ser de amplio recorrido.

Corolarios:

A) Las órbitas están tan llenas de baba que se tornan resbaladizas y ello provoca que algunos salgan despedidos, otros renuncien a continuar en pro de su salud y no menos sean relanzados, de manera que a las proximidades del jefecillo suelen llegar muchos pero a las cercanías del jefazo solamente llegan unos cuantos que se han mostrado diestros en el baboseo, el lameculismo y el saber discurrir por terrenos resbaladizos.

B) Una vez en las cercanías del satrapilla, el militante tiene como misión principal repetir sus ocurrencias, subrayarlas, celebrarlas y/o publicarlas.

C) Se considera un mérito indiscutible ser capaz de decir lo que el jefe quiere escuchar.

D) Solamente existen las alabanzas al jefe pues las críticas proceden de la incapacidad de otros, de la mala leche, del deseo de quitarle para ponerse otro, de las intrigas del sistema, etcétera...

Ley de la perseverancia.-- Cuando el militante está más alejado del jefe (afelio), su velocidad hacia una canongía es menor que cuando está cercano (perihelio) y el tiempo se cuadruplica.

Corolarios:

A) Las órbitas deben recorrerse siempre en el mismo sentido a no ser que la fuerza de atracción de otro jefe sea mayor y vislumbre una llegada más rápida al perihelio.

B) La fuerza que los mueve es central si bien debe tenerse en cuenta que los satélites que rodean al jefe han de ser circunvalados también y debe calcularse su fuerza de gravedad.

Ley de las revoluciones.-- La razón entre el periodo de revolución al cuadrado y el semieje de la curva al cubo es constante.

Corolario: Si comprendes esta ley dedícate a la Física y olvida la política.