Junto a Angela Aparecida fueron juzgados por el doble crimen --acusados por la acusación particular, no por el Ministerio Fiscal-- los que fueran chóferes y hombres de confianza del matrimonio asesinado, Rafael Sánchez García y Manuel Romero Bravo.

Para ambos, como no podía ser de otra manera, pues el jurado ya les declaró "no culpables", se ha dictado una sentencia absolutoria. En ella se establece que se les "absuelve libremente" de todos los delitos que les imputaba la acusación particular.