Rafael S. G., el chófer y hombre de confianza del matrimonio asesinado el 21 de octubre en Montesol e imputado aún por el doble crimen, volvió ayer a pisar la calle a la una y media del mediodía después de pasar 35 días en prisión. Abandonó el centro penitenciario en chándal, cargado con dos bolsas de ropa y útiles personales, muy sonriente y visiblemente animado, aunque declinó hacer declaraciones a la salida. "Estoy muy bien, ahora prefiero no hablar de todo esto, ha sido todo muy precipitado, quizás más adelante", manifestó al PERIODICO.

La jueza que instruye el caso del brutal homicidio revocó ayer la decisión de prisión provisional decretada el 27 de octubre y ordenó su puesta en libertad ante la falta de pruebas "fácticas" que le incriminen a pesar de las "numerosas diligencias" practicadas hasta el momento, según informó el juzgado número 3 en un comunicado. Para disfrutar de su libertad provisional, Rafael S. G. deberá personarse todos los días en el juzgado.

LA PALABRA DE LA ASISTENTA Solo la palabra de la asistenta de la pareja, Angela A. da C., la otra imputada en el caso, le señala hasta el momento como supuesto autor material del crimen. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para que la jueza mantenga la medida cautelar de prisión incondicional, a pesar de que la familia de las víctimas, a través de sus abogados, se habían opuesto a su excarcelación. La jueza, por el contrario, ha atendido la petición de puesta en libertad que hizo el fiscal del caso hace diez días al no haber indicios que le inculparan, a la que se sumó el abogado de Rafael S.

Quien sigue en prisión provisional es precisamente la otra imputada del caso, Angela A. da. C., quien contó que el día y a la hora del asesinato, cuando ella estaba en el garaje, oyó al chófer discutir con el fallecido en la planta superior de la casa, en el número 4 de la calle Las Grullas, y que cuando ella subió se encontró ya los cadáveres de Juan Antonio Torrecilla, de 54 años, y Mercedes García, de 52 años, apaleados y acuchillados.

VALORACION "PRUDENTE" El abogado de Rafael S. G., Crescencio Canelo, expresó la satisfacción por su puesta en libertad que, a su juicio y al de su cliente, dijo, "viene a respaldar bastante su inocencia", pero reconoció que la valoración debe ser aún "prudente", ya que no se han practicado todas las pruebas.

El letrado, que pidió a este diario "tranquilidad" para su cliente y que se respetara su decisión de no hacer declaraciones por ahora, manifestó que tanto el imputado como su familia estaban "muy contentos" por la decisión judicial. "Está muy feliz", indicó. Sobre el caso, explicó que Rafael S. G. mantiene su inocencia, asegura que desconoce quién pudo cometer el crimen o qué ocurrió y "no culpa a nadie".

Rafael S. G. fue el chófer del matrimonio durante 20 días antes de que fueran asesinados. Cacereño y vecino de Pinilla, es toxicómano en rehabilitación con metadona, aunque en las últimas semanas previas al suceso había recaído en su adicción.

Conoció a la pareja por el anterior conductor, a quien sustituyó en el puesto. Cobraba unos 20 euros al día. El fue quien, junto a dos hijos del matrimonio, avisó a la policía el 22 de octubre al no hallar a las víctimas y encontrar al perro en la vivienda en actitud agresiva con sangre en el hocico y las patas. Puede que su libertad dure solo un mes, ya que está pendiente de cumplir una pena de un año por un hurto, aunque se pedirá la conmutación de la pena.