"Pasión". Es la palabra que utiliza María Vaquero para definir su oficio de librera. Catorce años lleva al frente de Todolibros -tres como socia única- y esta semana se ha convertido en una de las primeras nueve propietarias del país que puede lucir en su establecimiento el distintivo de sello de calidad.

El refugio de los libros en Camino Llano lucía este martes ya el reconocimiento y las felicitaciones no se hicieron esperar. Con el teléfono saturado y los clientes ojeando las novedades, la propietaria atiende a este diario. "Estoy muy contenta", afirma la joven librera con un tajante "yo me tiro siempre a la piscina", añade. Parece que en esta ocasión ese arrojo ha funcionado.

Aunque asevera que con frecuencia el oficio es "duro", siempre tiene su compensación y asegura que este distintivo no es más que un "reconocimiento al trabajo". El proceso que ha seguido para colgarse el sello de calidad la empresaria cacereña "no le ha resultado difícil". "Teníamos que hacer una valoración interna para acceder a la auditoría", relata sobre el proceso de selección.

Durante este proceso, los auditores valoraron criterios como la "pluralidad bibliográfica, el fondo, las actividades culturales realizadas, la relación entre la librería y otros agentes, la prescripción, etcétera, respetando su proyecto y peculiaridades", según recoge la agencia EFe.

Todolibros encajó a la perfección con las demandas requeridas por los responsables del ministerio y ahora comparte galardón con las librerías Cervantes (Oviedo), El Búho Lector (Oviedo), El Carmen (Parla, Madrid), Icaro (La Granja de San Ildefonso, Segovia), Olevtum (Valladolid); Del Burgo (Palencia), Didacticalia (Madrid), y Margen (Valladolid).

Con multitud de ejemplares, algunos únicos, Vaquero tiene esperanza en el libro y asegura que "el papel nunca desaparecerá". Cree en la convivencia entre el papel y la tecnología -los e-books- y asevera que puede existir un perfecto equilibrio entre ambos. "El papel tiene cualidades que un libro electrónico no tendrá nunca", recalca.

Y sus estanterías están plagadas de ese olor a nuevo o de ese tacto al pasar las páginas. Estas estanterías pasan a formar parte del registro de calidad que integra el Plan de Fomento de la Lectura. El proyecto está secundado tanto por la administración central como por la la Asociación de las Cámaras del Libro de España, que aglutina a los principales colectivos del sector. Hasta la fecha, veintinueve han solicitado ya el reconocimiento -las interesadas pueden hacerlo en www.libreriasdecalidad.com.