Desde poner el lavaplatos solo cuando esté lleno hasta apostar por electrodomésticos inteligentes. Una vivienda media española puede ahorrarse 2.000 €/año en las facturas energéticas si aplica una serie de medidas que se han demostrado eficientes. Algunas requieren importantes inversiones, es cierto, pero también permiten grandes ahorros. Otras solo necesitan ser incluidas en las rutinas diarias. Así lo desvela el comparador ‘Acierto.com’, a través de un estudio.

El primer mandamiento del ahorro consiste en cerrar los grifos mientras se friegan los platos o se lavan los dientes. Un gesto fácil que a muchos les cuesta aplicar. Tampoco hay que olvidar limpiar las bombillas de polvo porque este simple gesto aumenta un 40% la luminosidad de una estancia. Además se recomienda optar por luces de bajo consumo, encenderlas siempre que sea necesario, pero apagarlas cuando se abandone la habitación. «Convierte la luz natural en tu aliada», aconseja el comparador ‘Acierto.com’.

También conviene utilizar alfombras, cortinas y persianas como aislantes, puesto que evitan las pérdidas energéticas (suponen un 30% del total). Es bueno instalar aireadores de grifos y duchas (reducen el consumo un 50%), y cambiar el baño por la propia ducha. En invierno, el coste de estar unos minutos más bajo el agua caliente resulta excesivo: hace que gastemos entre 20 y 40 litros más.

Desenchufar los electrodomésticos y evitar el stand-by también ayuda a ahorrar. Asimismo, se aconseja aprovecha r la inducción en lugar del horno, y elegir los accesorios adecuados en la cocina que transmitan y aprovechen bien todo el calor.

La tecnología, clave

El papel de la tecnología resulta clave en materia de ahorro energético, mediante actos tan sencillos como colocar sensores de movimiento en la escalera de la comunidad para que la luz se encienda solo cuando se haga necesaria. Otras opciones interesantes que ofrece la domótica son las bombillas inteligentes --y programables--, y los ‘dimmer’, que permiten controlar la salida de luz, ahorrar hasta un 75% y elevar la vida útil de las bombillas.

Y siguiendo con la domótica, los termostatos inteligentes son realmente efectivos para controlar la calefacción --algunos incluso cuentan con sistemas de localización para apagarse o reducir la temperatura al mínimo cuando no hay nadie en casa--, así como las persianas inteligentes, que se bajan si no existe movimiento en el hogar o cuando detectan que se está generando demasiado calor en la vivienda.

Además es posible aplicar otras medidas más costosas pero muy eficaces. Por ejemplo instalar ventanas de doble acristalamiento, adquirir una caldera de condensación (parecen caras, pero su coste se amortiza en muy poco tiempo) y renovar los electrodomésticos más viejos, que a la larga permiten ahorrar hasta 200 euros anuales, aunque depende de cada caso.

El estudio del comparador ‘Acierto.com’ aconseja optar por electrodomésticos de eficiencia energética A +++ y utilizarlos de manera correcta (lavar la ropa a 40 grados y no a 60, ajustar la temperatura de la nevera. etc...).

Otros desembolsos considerables pero extraordinariamente efectivos consisten en instalar una cubierta aislante en el edificio, que permite ahorrar unos 300 euros por año.

Finalmente, desde ‘Acierto.com’ consideran fundamental comparar las tarifas energéticas, revisar las condiciones que ofrecen las diferentes compañías y elegir un plan que se adapte a los horarios y necesidades de cada hogar.