Tienen sueldos medios de 900 euros, incluso inferiores, pero prescindirán el próximo mes de marzo de la paga de beneficios para salvar a seis compañeras de un despido seguro, y permitir que otras 13 puedan conservar su jornada semanal de 28 horas, en lugar de verla reducida a 14. No son solo buenas intenciones, ya está firmado. Los 125 trabajadores de limpieza del Hospital San Pedro de Alcántara se quedan por tanto voluntariamente sin la paga de unos 1.000 euros, superior incluso a sus nóminas, un gesto loable en estos tiempos con el fin de evitar que una parte de la plantilla se vaya a la calle

La renuncia es más meritoria si se tiene en cuenta que ya se conocían de antemano los nombres de las despedidas. Aun así, la mayoría ha optado por respaldarlas y ganar un año de tiempo hasta ver qué ocurre en 2013. Porque su situación, según explican los miembros de UGT y CCOO del comité de empresa, depende de los presupuestos del Gobierno regional. La reducción de un 10% en la asignación que realiza el SES a la firma concesionaria de la limpieza del hospital cacereño, Fissa, se ha traducido a su vez en el anuncio de ésta de que habría que hacer recortes. De hecho, la empresa ofreció a la plantilla algunas opciones que no prosperaron, y entonces se conoció la lista de las seis despedidas y la rebaja de la jornada a otras trece empleadas.

Quedaba una última posibilidad: renunciar a la paga de beneficios del próximo marzo. Y aunque lógicamente no ha sido un camino de rosas, con opiniones a favor y en contra, al final la mayoría ha votado por la supresión. "Todos tenemos hipoteca, hijos, muchos frentes que atender... En estas circunstancias difíciles no podíamos dejar a las compañeras en la calle ni permitir que a otras se les redujera todavía más la jornada, porque los sueldos no llegan", señalan los miembros del comité de empresa. "Eran 19 afectadas, pero en realidad estamos hablando de 19 familias", subrayan.

Incluso si hubo algún desencuentro en el momento de tomar la decisión, ahora los operarios han vuelto a su buen ambiente general. De hecho, muchos estuvieron de acuerdo en firmar su renuncia desde el principio, y especialmente cuando se puso fecha a la salida de las afectadas. "Por dinero yo no llevo en mi conciencia los despidos, lo que no quiero para mí, no lo quiero para otros. Es solo un año, a ver si pasa la crisis", explicaba ayer un compañero que prefería no dar su nombre.

La plantilla está formada por 125 trabajadores, de ellos 89 a jornada completa, 13 más reducida y empleados con discapacidad durante los fines de semana. Tienen una antigüedad media de unos 20 años (algunos llevan casi 40), ya que se han ido subrogando a las distintas empresas que se han encargado de la limpieza del hospital cacereño (Limycon, Urbaser...). Fissa lo hace desde el 2002, salvo un año de interrupción. Los operarios se encargan de toda la limpieza de exteriores e interiores del recinto sanitario, desde las plantas hasta los quirófanos.