El ayuntamiento comenzó ayer las tareas de limpieza de un descampado en la calle Heráclito, en Nueva Ciudad, ante las quejas vecinales por su estado. El solar acumulaba basuras y, desde la semana pasada, incluso los restos de un jabalí muerto.

Fueron precisamente los vecinos quienes se dirigieron al consistorio, a través de su sede electrónica, el pasado miércoles, día 20 de junio, para informales de que en un descampado situado frente al parque infantil de Nueva Ciudad había una piscina de obra donde se acumulaban la basura y los escombros, así como los restos de varios animales, lo que consideraban «un problema de salubridad».

Desde el departamento de Consultas, Quejas y Sugerencias del consistorio, se dio respuesta a esta denuncia ciudadana y dieron traslado de la queja a la Patrulla de Protección del Medio Ambiente de la Policía Local de Cáceres

Ayer, seis días después de la denuncia vecinal, se comenzó a limpiar la parcela, en una actuación que el ayuntamiento espera que esté terminada hoy mismo.

A pesar de la limpieza de este descampado, los vecinos critican el estado de abandono del barrio. Una de estas residentes es Montse Margalef, quien denuncia que «hay parcelas con escombros por toda Nueva Ciudad», con la consiguiente mala imagen que esto produce. Esto es consecuencia, en su opinión, de que estos solares «no están vallados», por lo que hay personas que con incivismo, «arrojan allí basuras y animales muertos».

Según denuncian los vecinos, este caso no es el único en el que han encontrado restos de animales en la zona, «un día mi hijo me dijo que había una cabra muerta», afirma Margalef, quien también asegura haber visto aves. «Yo intento no asomarme mucho» por el mal olor que desprende la piscina de obra, concluye esta vecina, que considera que además de la mala imagen esto conlleva un problema de salud.

Otro de los aspectos que despiertan las quejas vecinales se refiere a la situación de los solares a consecuencia de la pasada primavera, muy lluviosa, y la proliferación de hierbas. Los descampados tienen pasto y, según Monstse Margalef, «no se desbrozan».