Cáceres ha desplegado todo su personal de limpieza para garantizar la seguridad y desinfección mientras se mantenga el estado de alarma. Para ello, las 174 personas que componen el personal de Conyser, empresa concesionaria del servicio, se implican al cien por cien: 67 en la recogida de basuras y 107 en la limpieza viaria.

El barrido y fregado de calles se realiza de lunes a sábado, con repaso los sábados, domingos y festivos en el centro de la ciudad. La recogida de residuos urbanos se lleva a cabo de lunes a sábados, repasándose las paradas más céntricas los domingos y festivos.

Aunque estemos en una emergencia sanitaria, el concejal del área, Andrés Licerán, indica que los servicios se siguen prestando «con la mayor normalidad posible», y que en lo que se refiere a la limpieza viaria se ha creado una brigada de desinfección. «Estamos muy contentos con la repuesta de los trabajadores de los servicios de limpieza y extraordinarios de la ciudad; son fundamentales para desinfectar calles y zonas próximas a comercios y farmacias. Ellos también nos protegen frente al covid-19. Su labor, muchas veces denostada, ahora se vuelve más importante que nunca y hay que darles las gracias y quitarse el sombrero», recalca.

En este sentido, para la prevención y corrección del coronavirus se han diseñado tres brigadas formadas cada una de ellas por varios equipos de agua a presión y productos desinfectantes (hipoclorito sódico al 0,1%). Funcionan en horario de mañana y trabajan todos los días. Esta tarea «es muy rigurosa y delicada, ya que el hipoclorito es un alto desinfectante bactericida y virucida pero a la vez es muy corrosivo y aunque en dosis bajas como la que utilizamos no es peligroso, hay que ser cuidadosos en su aplicación», advierte el jefe de inspección municipal, Miguel Ángel Sánchez.

MEDIOS // Las brigadas se han formado con el personal y medios adscritos a la limpieza. Cuentan con un jefe de servicios, dos capataces, siete conductores y 18 peones. Respecto a sus medios técnicos, dispone de tres cisternas, tres baldeadoras, dos fregadoras, tres equipos de agua a presión, cinco fumigadoras, dos cañones para nebulización, cuatro vehículos auxiliares, además de material y productos necesarios.

Están divididas en tres grupos. El primero cuenta con equipos de desinfección destinados a las zonas de alto riesgo como son los tres hospitales de Cáceres, residencias de mayores, centros de salud, farmacias, supermercados, instalaciones de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, estaciones de autobús, el albergue, los tanatorios y el crematorio. Su frecuencia diaria es de lunes a domingo.

El segundo incluye instrumental de desinfección destinados a las paradas de contenedores, marquesinas de autobuses, semáforos y papeleras. La frecuencia diaria es selectiva por áreas, de lunes a sábado. Y por último, el tercero lo forman componentes destinados a la desinfección de aceras y calles, con frecuencia diaria selectiva por demarcaciones, de lunes a sábado.

El coste de esta prestación especial, en equipos, mecanismos y productos, mensualmente es de 29.600 euros, divididos en desinfectantes (7.600 euros), gel (500 euros), combustible (9.700 euros) y maquinaria y útiles de limpieza (3.200 euros).

Desde la empresa se insiste en que los vecinos deben ser muy rigurosos en tres cuestiones que califica «vitales». La primera es no dejar las bolsas de basura junto al contenedor. La segunda advertencia es no abandonar en la vía pública guantes usados puesto que «sometemos a un peligro sanitario a otros ciudadanos y al servicio de limpieza viaria». Finalmente, se hace especial mención a los excrementos caninos. «Algo en lo que empezaba a funcionar bien y que estábamos en el mejor camino posible como son las heces de los perros, nos estamos encontrando que aprovechando suponemos, que no hay nadie por las calles, muchos dueños de canes no están recogiendo los excrementos de sus mascotas».

Lo cierto es que este gremio forma parte, junto al resto de profesiones de riesgo, del colectivo de protagonistas que luchan contra la pandemia. Uno de ellos es el director de Operaciones de Conyser, Jesús María Morán, quien subraya con orgullo que «en medio de esta epidemia, somos uno de los oficios más imprescindibles para que todo siga con normalidad, y la gente se está dando cuenta».

No sólo Morán está satisfecho de la empatía que observa entre los ciudadanos hacia su oficio en estos momentos difíciles, de la misma manera sus compañeros le transmiten que perciben esa solidaridad por su labor que en Cáceres se está prestando al cien por cien.

Morán explica que durante estos días tienen el mismo trabajo que antes. «La basura que la gente no genera en los centros de trabajo, la produce en casa», y admite que ha aumentado en todos los barrios, menos en la zona centro que ha disminuido (Cánovas, avenida de Alemania y Antonio Hurtado). Además, señala que el confinamiento incrementa el uso de los contenedores para reciclaje de envases.

Según apunta, los empleados acuden tranquilos a sus puestos de trabajo, con la preocupación lógica por lo que está ocurriendo, pero conscientes de que su ocupación está clasifica entre los de «bajo riesgo de contagio». Y precisa que el problema no está en la basura que «va en bolsas, y las bolsas en contenedores». El riesgo, dice, «está en las relaciones personales» y ahí se extreman las precauciones en los turnos y las brigadas.