Marisol Javier Gallardo tenía claro desde pequeña que quería dedicarse a escribir. Sin embargo, la vida la llevó por otros derroteros. Esta pacense afincada en Cáceres, que recuerda con especial cariño su infancia en San Vicente de Alcántara, se casó y tuvo sus dos hijos muy joven. Estudió estética y abrió un centro de belleza en la capital cacereña. Años después, ha encontrado un espacio en su vida para la literatura y ahora le faltan horas del día para hacer lo que más le gusta, escribir, algo que ha conseguido, «gracias al apoyo incondicional de mis hijos y mi pareja».

Con gran esfuerzo, ha conseguido publicar su primer libro, Siente, sueña, ama, donde narra «la amistad de cuatro mujeres que se han ido conociendo en momentos puntuales de su vida». Aunque no es un libro de autoayuda, muchos lectores le agradecen a Marisol que lo haya escrito, «me dicen que les han entrado ganas de ver a sus amigos», porque han recuperado el valor de la amistad.

Los beneficios de la publicación de esta novela van a la Asociación de Familias de Personas con Trastorno de Espectro del Autismo, Aftea, «con los demás libros, haré lo mismo», afirma. Marisol recuerda que tomó este decisión porque «quien me dio el empujón a escribir fue un amigo, que tiene un hijo autista, y sé por lo que se pasa».

Marisol, que compagina su trabajo en el centro de belleza con la escritura, «escribo cuando todos se acuestan, a partir de las once de la noche», tiene otra novela a punto de publicarse, ¿Qué le ocurrió a Irene Luján? y otras tres escritas. Aunque de momento se autopublica, quién sabe si algún día la fichará una editorial, aunque ella lo tiene claro, «yo escribo porque me gusta, no por obligación».