"El se fue para Marruecos y regresó hace poco. La llevaba llamando hace unos días, insistentemente, pero ella no quería coger el teléfono hasta que el sábado él fue a buscarla y le pidió que le acompañara a tomar algo". Antonia, que trabajaba como empleada de hogar, quería mantenerse lejos de su excompañero sentimental, eso es lo que cuentan vecinos y allegados, pero finalmente la sinrazón se impuso a la cordura y un joven de 25 años le quitó la vida.

Numerosos vecinos y familiares le dieron el último adiós. Antonia nació en Casar, en el seno de una familia trabajadora y numerosa, querida y respetada por todos. Su funeral se celebró, precisamente, el día en que se cumplían seis meses desde que su padre falleciera repentinamente de un infarto.

La muerte de esta mujer de 37 años ha conmocionado profundamente a la localidad cacereña. El alcalde y también presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, que ayer acudió al funeral, dijo que el consistorio pondrá a disposición de la familia los medios que sean necesarios para ayudarla en este difícil trance. Tovar, visiblemente afectado por lo ocurrido, definió a la familia como "una gente encantadora".

Entretanto la hija adolescente de Antonia pedía justicia y se preguntaba: "Mamá, por qué te has ido, ahora, cuando más falta me hacías".