En la residencia de las Hermanitas de los Pobres, en la avenida de España, se percibe estos días un ajetreo especial. Muchos cacereños responden a la llamada de solidaridad que cada año lanza la congregación religiosa para recabar alimentos y fondos con los que atender tanto al centenar de ancianos que viven en el centro cacereño, como a mayores sin recursos de otros países.

Aunque las Hermanitas recogen alimentos y productos de aseo durante todo el año, es en Navidad cuando ponen en marcha la denominada Operación kilo . "Este año no ha habido aglomeraciones como el pasado, pero han colaborado con nosotros colegios y familias particulares", explica sor María del Carmen, quien afirma que Cáceres "se vuelca con nosotros y estamos muy agradecidas", pues, aunque los alimentos donados no cubren las necesidades de todo el año, "sí una buena parte".

Las Hermanitas de los Pobres tienen tres comedores, uno para mayores válidos y otros dos para los que necesitan asistencia. Sor María del Carmen dice que los alimentos más necesarios son las legumbres y el aceite, por eso la estatua de su protector, San José, está acompañado todo el año de una botella, "y él se encarga de proveer", cuenta con una sonrisa esta religiosa. Sor María del Carmen recuerda que no sólo recogen alimentos, también productos de aseo como geles, colonias de baño, esponjas o cremas hidratantes.

La residencia de las Hermanitas sólo acoge a ancianos sin recursos, por lo que las 120 personas que residen en el centro viven "de la providencia", dice sor María del Carmen, quien reconoce que tienen una lista de ancianos en espera "casi tan grande como los que están dentro".

Hecho a mano

Pero las Hermanitas y los mayores no sólo se ocupan de recibir, también son conscientes de la necesidad ajena. Por este motivo, cada año organizan una exposición para vender las manualidades --pinturas, mantelerías y toallas bordadas, ropa para bebés, bufandas, gorros o figuras pintadas a mano, entre muchas otras-- que durante todo el año los residentes realizan en un taller. "El balance es fabuloso, está siendo un éxito. Todos los días nos visitan muchísimos cacereños y familiares que vienen a pasar estas fiestas aquí y siempre compran algo", dice sor Rosario, coordinadora de la muestra, que apunta que también es una terapia para los mayores.

Este año los fondos que se recauden se destinarán a ancianos sin recursos de Chile, Argentina y Perú.