Por fin llega la Navidad. ¡Qué alegría!. Todo el año esperando para ver por enésima vez Mary Poppins y cantar lo de Supercalifragilisticoespialidoso. ¿Cómo puedo vivir el resto del año sin esta musiquilla?. A nosotros nos ponían en el Norba ´Garbancito de la Mancha´, que con ver el comienzo te explicas los traumas que tienes.

Pero lo que espero con ansiedad es la llegada de mi cuñado para escucharle el mismo chiste de todos los años y cómo me dice con esa gracia repajolera que Dios le ha dado ´¡Cuñaooo. Alegra esa cara coño!´ mientras se bebe mi vino. Lo de la suegra es muy llevadero pues ya se sabe que las penas con pan son menos. Y no es que te ponga pan sino unas croquetas de aperitivo que ya podía haber aprendido a hacerlas su hija.

Hay que ver el placer que me ha proporcionado pasarme varias tardes recorriendo comercios hasta encontrar un regalo para el colega del trabajo que me ha tocado como gilipollas invisible. Espero que sea poco ambicioso y tenga un buen conformar. En cuanto al regalo que me hará mi invisible sólo deseo que venga envuelto en el papel de la tienda en la que lo ha adquirido para cambiarlo el día 26. Porque después de comprar lotería en establecimientos y organismos que frecuento (no vaya a ser que toque y yo quede en ridículo), no tengo ni para comprarme unos calcetines, que es lo que necesito y no la petaca para el alcohol, el pisapapeles o el portarretratos. Además mi frasco de colonia ya está agotándose de manera que espero el repuesto habitual.